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PSICOLOGÍA DINÁMICA
Si eres estudiante de psicología o un amante de la psicología dinámica, en este blog encontrarás información interesante acerca de ella
lunes, 1 de octubre de 2018
51. MARCO LEGAL ETICO PARA PSICÓLOGOS EN COLOMBIA
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corriente psicologica dinamica,
dinámica,
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Psicología,
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50. FAMILIOGRAMA O GENOGRAMA
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49. JUEGO COMO DIAGNÓSTICO PSICODINÁMICO
El juego es una actividad estructurada, con miras a una gratificación individual o de grupo y desligada de fines inmediatos de producción, así como de necesidades inmediatas de defensa individual o de la especie.
En el hombre el juego, aún siendo, como en los animales, característico
sobre todo de los individuos jóvenes, e incluso siguiendo esquemas de
desarrollo que muestran afinidades con el juego de los animales, tiende a
estructurarse en modalidades mucho más complejas que dependen prevalentemente
de la transmisión de comportamientos culturizados como tal, este es
característico también de una parte significativa de la actividad cotidiana del
individuo adulto.
El juego humano reúne esquemas de comportamiento muy diferentes entre
sí. Puede ser una diversión como jocosa improvisación motriz poco estructurada,
puede asumir en cambio, la característica de entretenimiento, cuando se
articula según reglas informales e improvisadas por quien, finge, imita y
participa en una continua invención, por último puede convertirse en juego
estructurado según reglas formales, por lo cual la emoción agradable nace por
el asignarse una tarea que aunque gratuita tiene un fin, o por el competir con
otros según esquemas codificados de una batalla ficticia. En el juego humano se
nota, especialmente cuando la actividad está formalmente estructurada, una
dialéctica que pone en relación, por un lado, la inventiva, o sea la ausencia
de obligación y por el otro, la presencia aceptada de riesgos, obligaciones,
reglas y penas.
Es famosa la interpretación que Freud dio del juego y en particular del
juego simbólico, si bien para Freud incluso, los juegos perspectivo – motores
pueden cargarse de un simbolismo inconsciente. De un lado, el temor y la
ansiedad que un niño siente frente a determinadas cosas, se puede reducir y por
lo tanto ser dominados gradualmente a través de una representación lúdica
repetida de la situación que los ha originado. Por otro lado, impulsos y deseos
que no podrían satisfacerse en el plano concreto porque el ambiente físico o
social no lo permiten, pueden expresarse en objetos – símbolo.
En ambos casos el juego aseguraría un mejor equilibrio emotivo. También
la utilización lúdica de determinados objetos puede constituir un elemento
facilitador, una importante FESE de transición para la constitución de relaciones
afectivas positivas. D. W. Winnicott propuso el término de objetos
transicionales para indicar los muñecos, pañuelos, mantas, que muchos niños
desean tener siempre consigo y de los cuales sacan una sensación de seguridad.
Al ofrecerle al niño la posibilidad de jugar en un contexto particular,
con un encuadre dado que incluye espacio, tiempo, explicitación de roles y
finalidad, se crea un campo que será estructurado básicamente en función de las
variables internas de su personalidad.
En castellano la palabra juego
abarca a los juegos que tienen reglas estrictas que rigen su desarrollo
(el ajedrez por ejemplo) y otros en los que se observan ausencias de reglas, o
al menos estas no son explícitas. En inglés los primeros se llaman games.
Winnicott establece una diferencia entre el verbo sustantivado jugar y
el sustantivo juego. Playing hace
referencia al movimiento que se esta realizando, mientras que play acentúa el
producto.
Para Winnicott el juego constituye la base de la posibilidad de la
creación, del soñar y del vivir. Estatuto distinto al que le dan M. Klein y S.
Freud.
En relación al juego del carretel, Freud dirá que el fort- da se produce
en relación a la ausencia de la madre, abriendo el espacio de la pregunta por
el enigma su deseo. La ausencia de la madre interroga al niño y el responde con
la repetición, creando una máquina que transforma la situación en placentera.
Freud dirá que si el adulto no juega como cuando era niño, es por que el
fantasma sustituye en él la actividad lúdica infantil. El fantasma es una
maquinaria que transforma el goce en placer. La angustia generada por la ausencia presentifica el deseo materno y desencadena
el juego del que Freut subraya el fort, poniendo el acento en la separación.
Presencia/ ausencia crean un espacio potencial a condición de que la madre
falte. El juego del fort -da para M. Klein
no abre a un enigma, ella tiene una respuesta. La madre se aleja por que
fue atacada, esta ligado a la retaliación.
El juego es para M. Klein un medio. Se trata de la asociación libre, por
que si bien esta autora sostiene que ningún análisis debe terminar sin que un
niño hable, parte de que, en principio jugar angustia menos que hablar, pero es
equivalente, lo que la lleva a la personificación, que le permite interpretar la realidad
psíquica.
Winnicott considera el juego como un fin en si mismo.. El desarrollo
emocional primitivo que empieza con la fusión, en el que el niño cree
omnipotentemente que la madre es su creación, continúa con la separación una
vez que la madre supo fallar (no se considera que se falla por estructura), lo
que lleva al niño a la desilusión, a la ira, a la destrucción del objeto, a
constatar que el objeto sobrevivió a su ira y finalmente al uso del objeto. Es
decir hay uso del objeto si fue propiciada la separación. Entre el objeto
interno (fusión) y el objeto externo (separación- uso) se constituye el espacio
transicional, espacio favorecido por el objeto transicional, juguete, o
trapito, o algo que no es aún ni exterior ni interior. Esta tercer zona es la
zona del jugar.
Winnicott incluye en el jugar, no solo la manipulación de ese juguete particular que es el objeto
transicional, sino jugar con palabras, hacer chistes, la asociación libre.
Jugar será terrorífico cuando un niño juega en una zona difícil de
abandonar.
1
CAJA DE ARENA
H. G. Wells, célebre escritor de anticipación y ciencia ficción,
describió en su libro “floor games” (1911), las construcciones que él y sus
hijos realizaban con los juegos utilizando arena y objetos miniaturas que
representaban el mundo. Su contribución no sólo es en el campo del
reconocimiento al acto de jugar, sino el de hacerle un honor a la imaginación
creativa y la vivacidad del juego de arena.
El test del mundo consiste en la utilización espontánea de objetos en
miniatura con los cuales los sujetos componen un mundo imaginario en el que se
mueven ellos y sus muñecos: “se presenta una caja que contiene ciento cincuenta
juguetes de madera que representan personajes, casas, árboles, etc y se les
pide que distribuyan a su antojo sobre una amplia superficie; se anota la
conducta a medida que se desempeñe, y se toma una fotografía de su construcción
final”.
A partir de 1937, ciertos colaboradores de Murria, sobre todo Erikson,
aplicaron una prueba derivada del test del mundo a la que llamaron “test de
producciones dramáticas”. Desarrollando esta idea, E. S. Sheidman llegó al
Maske a picture store (M.A.P.S) ó test de realización de una historia basada
sobre una puesta en escena. Es una combinación del test del mundo y del T.A.T.
El material utilizado en el juego consta de una caja generalmente
rectangular que contiene arena seca o húmeda, cuyo fondo está pintado de azul
(de tal manera que los pozos de agua, los riachuelos, etc, puedan ser
fácilmente representados, haciendo a un lado la arena), y un cajón con
divisiones que contiene figuras en miniatura, organizadas por categorías:
casas, edificios, plantas, árboles, animales salvajes y domésticos, minerales,
personas, personajes mitológicos, medios de transporte y materiales multiusos.
El juego de la caja de arena es un métódo proyectivo no verbal utilizado
con niños, preadolescentes, adolescentes, adultos; aplicable a trabajos
individuales y grupales; usado en la amplia gama de condiciones físicas,
cognoscitivas, culturales, educativas y sociales de la población que solicita
los servicios de la psicología clínica.
Investigar sobre dicho juego permitirá a los terapeutas acercarse al
conocimiento del mundo interno de los sujetos de una manera lúdica, donde el
propio paciente es quien realiza su escena con las miniaturas en el arenero y a
través de la construcción proyecta sus conflictos, defensas, su mundo interno,
de una manera creativa, espontánea y activa.
Al respecto es conveniente aclarar una diferencia básica entre la hora
de juego diagnóstica y la hora de juego terapéutica. La primera engloba un
proceso que tiene comienzo, desarrollo y fin en sí misma, opera como una unidad
y se la debe interpretar como tal. La segunda, en cambio, es un eslabón más en
un amplio continuo en el que van surgiendo aspectos nuevos y modificaciones
estructurales por la intervención activa del terapeuta. Para el análisis del
juego, es importante tener en cuenta algunos indicadores como son:
Elección de juguetes y juegos:
·
De observación a
distancia (sin participación activa)
·
Dependiente (a la
espera de indicaciones del entrevistador)
·
Evitativa (de
aproximación lenta o a distancia)
·
Dubitativa (de tomar
y dejar los juguetes)
·
De irrupción brusca
sobre los materiales
·
De irrupción caótica
e impulsiva
·
De acercamiento,
previo tiempo de reacción para estructurar el campo y luego desarrollar una
actividad
En cuanto al tipo de juego, es necesario ver si tiene principio,
desarrollo y fin, si es una unidad coherente en sí misma y si los juegos
organizados corresponden al estadio de desarrollo intelectual correspondiente a
su edad cronológica.
Modalidad del juego: Es la forma en que el yo pone de manifiesto la función simbólica.
·
Plasticidad
·
Rigidez
·
Estereotipia y
perseveración
Personificación: Cuando hablamos de personificación nos referimos a la capacidad de
asumir y adjudicar roles en forma dramática
Motricidad: Este indicador nos permite ver la adecuación de la motricidad del niño
con la etapa evolutiva que atraviesa
Creatividad: Crear es unir o relacionar elementos dispersos en un elemento nuevo y
distinto. Ello exige un yo plástico capaz de la apertura a experiencias nuevas,
tolerante a la inestructuración del campo
Este proceso tiene una finalidad deliberada: Descubrir una organización
exitósa, gratificante y enriquecedora, producto de un adecuado equilibrio entre
el principio de placer y el principio de realidad.
Tolerancia a la frustración: Se detecta a través de la posibilidad de aceptar la consigna
con las limitaciones que está propone: La puesta de límites, la finalización de
la tarea y, en el desarrollo del juego, en la manera de enfrentarse con las
dificultades inherentes a la actividad que se propone realizar.
Capacidad simbólica: El juego es una forma de expresión de la capacidad simbólica y la vía
de acceso a las fantasías inconscientes. A través de este indicador se puede
evaluar:
·
Riqueza expresiva
·
Capacidad
intelectual
·
Calidad del
conflicto
Adecuación a la realidad:
·
Aceptación o no del
encuadre témporo – espacial con las limitaciones que esto implica
·
Posibilidad de
ubicarse en su rol y aceptar el rol del otro
El análisis del juego permite:
-
Una
Conceptualización del principal conflicto actual
-
Poner en evidencia
sus principales técnicas de defensa frente a la ansiedad y el monto de la misma
-
Evaluar el tipo de
rapport que puede establecer el niño
-
Poner de manifiesto
la fantasía de enfermedad y de curación del paciente y, concomitantemente, la
fantasía sobre el tratamiento mismo
2 EL PSICODRAMA: TÉCNICA DEL ROLE PLAYING:
Momentos:
·
Warming up: Período de preparación para la dramatización. Se invita a que los
participantes verbalicen aquello que están pensando, sintiendo: fantasías,
expectativas, dificultades, etc. Actuaciones es ese momento
·
Dramatización: Es el núcleo del role – playing (drama – acción). Cuando el grupo ha
alcanzado un emergente común y consenso general de que la problemática esta
centrada, comienza la acción, sobre modelos más o menos alejados de la
situación que se quiere anticipar
·
Análisis: Intervienen
los participantes que actuaron como observadores de la dramatización,
comentando y opinando sobre ésta; también lo hacen los protagonistas.
Cualquiera puede dar un nuevo enfoque y dramatizarlo
·
Elaboración: Se pasa ha hablar de lo vivenciado integrándolo dentro de un esquema
referencial.
INDICADORES:
- Elección de
juguetes y juegos
- Modalidad de
juego
- Personificación
- Motricidad
- Creatividad
- Capacidad
Simbólica
- Tolerancia a la
frustración
- Adecuación a la
realidad
El juego sería para el niño, una actividad seria que le ocupa y emociona
intensamente; lo opuesto del juego no es la seriedad sino lo real. El mundo de
los juegos es distinguido por los niños del mundo de la realidad. El niño
vincula situaciones y objetos imaginarios del juego con situaciones y objetos
tangibles y visibles, del mundo real. Esto diferencia el juego del niño del
fantasear, otra característica que lo diferencia de la psicosis, es que siempre
mantiene un trozo de realidad.
El juego expresa como otras actividades psíquicas, aspectos
inconscientes del niño o púber, y por lo tanto, la actividad de juego tiene
significado y es traducible.
Al servicio del eros permite intentar elaborar las situaciones
traumáticas y posibilita la sublimación de impulsos instintivos. Tiene las
características de una actividad creadora.
Por efecto de Tánatos puede estar sujeto a la compulsión repetitiva de
lo desagradable. Es utilizable en la terapia psicoanalítica de niños.
3
EL DIBUJO:
El dibujo es un fenómeno universal y puede ser estudiado desde múltiples
perspectivas: artística, antropológica, sociológica, psicológica, entre otras.
Históricamente hubo relación entre la palabra escrita y el dibujo. Una
de las escrituras más arcaicas fueron escrituras que incluían dibujos, esto es
los jeroglíficos. Este tipo de escritura fue muy empleado por varios pueblos en
la antigüedad, principalmente egipcios, asirios y caldeos.
Los jeroglíficos eran de dos tipos: Ideográficos y fonéticos.
El primero estaba constituido por escrituras de ideas donde los dibujos
representaban a seres humanos, elementos celestiales, animales, plantas, u
objetos varios, enteros o fragmentados, que se combinaban en infinidad de
variaciones para representar una idea. Más adelante apareció el jeroglífico
fonético, donde los dibujos representaban palabras, pero sólo considerando la o
las primeras letras como signo alfabético, algo así como un anagrama de
sonidos.
El sueño ha sido tomado como modelo de equiparación con el dibujo, o
viceversa. Winnicott dice que al dibujar el niño maneja fenómenos exteriores al
servicio del sueño e inviste a los dibujos de sentimientos oníricos. Aizenberg
equipara la creación del dibujo con la construcción onírica. Levin piensa que
no son comparables pues el sueño relatado en sesión ha ocurrido en otro
momento, llega incompleto y deformado e implica tener que transmitir imágenes
visuales en términos verbales, lo cual obliga al analista a formar sus propias
imágenes, por supuesto no coincidentes con las del paciente. En cambio en el
dibujo en sesión, se asiste en vivo y en directo a la producción y al producto
terminado, que es el mismo en su contenido manifiesto para paciente y analista.
Si aceptamos como analogía algunos aspectos del sueño y dibujo, debemos
pensar que el dibujo, al igual que el sueño, presenta aspectos metapsicológicos
y mecanismos tales como la condensación, el desplazamiento o, la elaboración
figurativa, y además presentaría una interesantísima relación con el principio
de placer.
En efecto, si el dibujo permite la expresión simbólica de conflictos y
ansiedades que necesitan ser elaboradas, si el dibujo y juego son expresiones
paralelas en los niños, no ocurrirá con el dibujo lo mismo que con el juego.
Siguiendo con la anología dibujo – sueño, se puede pensar que al
transformar las ideas latentes en imágenes concretas, el dibujo realiza un
trabajo de elaboración; es probable que use restos diurnos y símbolos
universales para expresar conflictos. Analogándo a Garma podemos pensar que en
el dibujo si bien los símbolos son infinitos, las ideas latentes son pocas y se
refieren a la sexualidad, el conflicto edípico al nacimiento y la muerte, con
un agregado de especial importancia: el cuerpo y los conflictos inherentes a
sus modificaciones por el crecimiento.
Como correlación dibujo – palabra, cabe citar a Aberasturi quien dice:
“el pronunciar la primera palabra significa la reparación del objeto amado y
odiado que se reconstruye adentro y se lanza afuera al mundo exterior. Así
lenguaje y marcha tienen el mismo significado luego del nacimiento: separación
para recuperar en otra forma el objeto perdido. Si admitimos que el dibujo
también es un lenguaje, vemos que presenta con la palabra una diferencia
fundamental: permite recuperar el objeto perdido y tenerlo a la vista cuantas
veces se quiera”.
También Aberasturi señala que la fugacidad de la imagén que aparece y
desaparece angustia al niño.
Para esta autora el niño aprende entre los dos y tres años a recuperar
esa imagén, a recrearla y mantenerla, a través del dibujo. Ahora bien, si uno
observa a niños menores de dos años se verá que si bien no realizan dibujos en
el sentido formal de la palabra, con un lápiz y papel hacen trazos y figuras,
asimilables a un dibujo. Por lo tanto el garabatear produce en el niño un
placer en sí mismo y tiene ese sentido de recuperar el objeto, mucho antes de
los tres años. Y conviene recordar palabras también de Aberasturi quien decía
que el garabato es al dibujo lo que el monosílabo a la palabra.
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48. LA RELACION DE PAREJA DESDE UNA PERSPECTIVA PSICODINÁMICA
RESISTENCIAS AL ESTUDIO DEL AMOR:
El estudio de la atracción y el amor entre los seres humanos quizás no
haya roto aún tabúes por tres razones esenciales:
- Porque han sido
considerados demasiado complejos y esotéricos para someterlos a estudios
científicos
- Porque hay
temor de que el estudio científico de las experiencias más intensas y
valiosas podrían robarle algo de humanidad y valor
- Porque hay
cierta decepción cuando decimos que las causas que nos llevan al
enamoramiento son de índole social, psicológico y biológico. Nada que ver
con el destino y fuerzas inexpugnables.
1. NECESIDADES QUE NOS PREDISPONEN AL ENAMORAMIENTO:
- Necesidad de
compañía
- Gratificación
sexual
- Estabilidad
emocional
Pareja sana es según la OMS
es la unión entre dos individuos dispuestos a autoayudarse en primer término, y
dispuestos a ayudar a su pareja y a sus hijos, en un sistema elástico de
apertura y cierre, que permita una función emotiva y equilibrada, caracterizada
por el poder de estar lejos sin sentirse separados y a la vez permanecer cerca
sin fundirse con el otro.
2. ETAPAS DE LA
RELACIÓN DE PAREJA:
-
FLECHAZO: Es el primer
impacto de atracción
-
EL FENÓMENO DE CERRAR EL CÍRCULO: Si una percepción de una imagen partida llega hasta
nosotros, con la imagen la completamos. A este fenómeno se le llama “cerrar el
círculo”, porque no es posible observar media circunferencia sin que la veamos
entera. Igual que en el ejercicio, si vemos media fotografia de un rostro humano,
ineludiblemente completaremos la parte restante. Por tanto, en el primer
contacto afectivo sucede lo mismo, cuando A mira a B “cierra el círculo”.
-
CONSTRUCCIÓN DE LA IMAGEN DEL OTRO: Cuando una persona entra en contacto por primera vez
con otra, no cuenta con datos objetivos para hacerse una idea acerca de cómo es
el otro. Entonces, a fin de suplir esta carencia pone en funcionamiento ciertas
técnicas perceptivas que le ayudarán a catalogar al extraño.
Raimon Gaja en su texto vivir en pareja presenta cuatro
técnicas básicas que usamos para construir la imagen del otro:
- Proyección: Es la operación por la cual se le atribuye a otro cualidades,
sentimientos y deseos propios. De tal manera que al ver una persona que le
gusta y apenas conoce, la define desde sus propios deseos. La proyección
es la base de los siguientes factores.
- Identificación: La persona tiende a aumentar sus semejanzas con otra. La forma
como el sujeto percibe a la otra persona es solamente una versión posible
de la misma. Esta versión estará determinada por las necesidades urgentes
del sujeto, su estado de ánimo, sus proyecciones, por la naturaleza y
limitaciones de su apreciación subjetiva de esa persona.
- Asociación: Tiene como base las experiencias amorosas anteriores (padres,
noviazgos) y a partir de ellas le atribuye características similares a la
persona actual
- Estereotipos culturales: Por influencia de las familias, los amigos y los
medios de comunicación se establece lo “bueno”, lo “bello” y lo “in”, de
tal manera que la atracción puede presentarse porque la mente
esteriotipada esta predispuesta para ser atraída por la moda, los
comportamientos y los valores impuestos por la cultura.
La idealización es la tendencia de un individuo a aumentar, a veces
patológicamente, la cualidad de bondad en las personas que le agradan. Crea
imágenes completamente buenas y poderosas.
La exagerada idealización limita la relación amorosa, la distorsiona y
dificulta el acoplamiento de la pareja. No permite una adecuada comunicación y
las expectativas desbordan toda posibilidad de una relación sana.
Por efectos de la idealización las personas se enamoran de un irreal, de
un fantasma que llevan consigo y lo proyectan en el cuerpo de la pareja, pero
no aman a su pareja porque no la ven, aman el ser idealizado. Por ello las
grandes decepciones en los períodos de real conocimiento y de acoplamiento.
“ud. No era así…” escuchamos decir con frecuencia a las personas al
referirse a su pareja. Pero en verdad si era así, lo que sucede es que la
idealización no las dejaba ver como realmente es el otro.
Desilusionarse es desidealizar al otro. Pero esto es positivo si se
logra integrar la representación buena y mala del objeto de amor, esto es que
lo malo no quita lo bueno. Al reconocer al otro como humano, no como extraterrestre,
se le puede amar con más realismo y por tanto se crean bases firmes para el
amor de compaía.
3. EL ENAMORAMIENTO:
El enamoramiento o el amor romántico son sinónimos de la primera fase
del vínculo amoroso; es una tormenta emocional, en este período el “amor es
ciego” porque no se ve al otro a causa de la idealización. El amor romántico se
basa en la fantasía, en la proyección de los atributos que le gustan en la otra
persona.
Las principales características del enamoramiento son:
- El pasado se
desvaloriza, no había historia. La historia empieza ahora. El otro da
vida, da existencia. Por efectos de la fantasía y de la proyección la
persona amada hace sentir el mundo diferente, los efectos energizantes del
amor dan una nueva fuerza “como para mover el mundo” y hasta cambian la
apariencia exterior.
- Sueños y
fantasías en declaraciones llenas de promesas de totalidad, sin límites ni
condiciones: El enamorado no desea que su tormenta emocional termine, se
siente pleno y completo, por ello hace promesas de amor eterno, incluso
exagera asegurando que el amor sobrepasa los límites terrenales. La muerte
es también una proyección de felicidad y eternidad
- La relación
simbiótica posibilita creer en lo completo. El otro es idealizado en
extremo.
- Los espacios se
cierran. Absorción del otro, asfixia
4. EL AMOR MADURO: AMOR DE COMPAÑÍA:
El llamado amor maduro es explicado por la Doctora Nelly Rojas
de Gonzalez cuando afirma que la verdadera relación de pareja comienza cuando
se desvanecen las ilusiones, cuando las expectativas se vuelven más reales y
cuando se aprende que las propias necesidades no tienen que ser satisfechas en
forma incondicional por el otro.
El amor maduro establece la distancia óptima entre los dos miembros de
la pareja de tal manera que alcanza un equilibrio entre la autonomía y la
fusión, entre la libertad y el camino que van a recorrer uno al lado del otro.
Una pareja funcional es la que se adapta en forma constante y gradual a
los cambios de dos personas que evolucionan, es la que sabe sortear las crisis
inevitables.
En la pareja siempre hay pérdidas y renovaciones. Saber resolver las
dificultades y lograr acuerdos satisfactorios es lo que hace crecer el vínculo.
Cuando el enamoramiento termina, como expresa Florence Thomas, la opción
que queda por construir es el amor.
5. EL DESAMOR:
El desamor se ubica en el extremo del continuo que inicia el amor. Es
indicador de salud psíquica, ya que no se sentiría si careciéramos de la
capacidad para amar. Lo que llamamos desamor no necesariamente corresponde a la
incapacidad de la otra persona para recibir, sentir y expresar amor, puede
tratarse de que esa otra persona ame, pero en dirección contraria y diferente.
El desamor por ser ciego, sordo y anestésico no capta ni puede responder
a las vibraciones eróticas que le llegan; deja pasar esa energía sexoamorosa
que hace resonar el deseo y vitalidad a quien puede soñar.
El llamado desamor puede ser el derecho de una persona a no atender las
demandas afectivas que no se desean de otra persona. Que resultan distantes y
sin ningún interés ni repercusión. Es el derecho a no recibir demostraciones no
pedidas de afecto, a no atender la ternura que nos llega, a no estar
expectantes frente al existir de la persona que está amándonos.
El desamor no debe confundirse con el antiamor, que es la incapacidad de
amar. La persona incapaz de amar no respeta, ni valora ni entiende el mundo
emocional, amoroso y afectivo que caracteriza la dimensión humana. Antiamoe es
negación, desamor es ausencia.
En las etapas anteriores del amor de pareja se comunica en plural:
compremos, cambiemos, tengamos….En el desamor los proyectos son individuales.
El desamor no es inicio de ruptura o separación. Cuando en un vínculo se ha
desgastado la energía amorosa puede haber muchas otras razones tan fuertes como
el amor para no romperlo. Muchas parejas viven juntas el desamor porque el
vínculo satisface la necesidad de compañía u otro tipo de necesidades, sólo que
la vibración del amor ha llegado a su fin.
6. RUPTURA – DUELO:
En este punto debe diferenciarse “el desamor” de la ruptura. El desamor
es el fin del amor. La ruptura, en cambio, puede presentarse en cualquier fase
del amor, se refiere a la separación súbita de la pareja, a la ruptura del
vínculo. Generalmente es una decisión unilateral, porque han intervenido otros
factores que uno de los miembros de la pareja considera inconciliables con la
propuesta inicial y toma la decisión de romper el vínculo.. Es, a la manera de
muchos autores, la experiencia más cercana a la muerte que pueden tener los
seres humanos. Igor Carusso plantea que la separación es la irrupción de la
muerte en la conciencia humana. El otro muere en cuerpo viviente, debe morir en
mi.
Nuestra cultura no fomenta el amor maduro, se pasa del enamoramiento, la
fusión, el otro como fuente de identificación a una auténtica experiencia de
muerte, y para que la separación no sea aniquiladora del psiquismo se ponen en
juego los mecanismos de defensa:
- Desvalorización del objeto de amor, agresión: La aflicción impulsa a la agresión y la persona
amada debe ser desvalorizada para que el yo, profundamente lesionado pueda
desidentificarse del objeto de amor y retomar la energía amorosa a sí
mismo.
- La indiferencia que posibilita la huida hacia
adelante: Es el escape de la
situación dolorosa. Se buscan nuevos amores, la frase popular “un clavo
saca otro clavo” es en palabras de Carusso “se mata mejor cuando ya se le
tiene un sustituto al muerto”.
Si los
miembros de una pareja permanecen juntos es porque el grado de satisfacción con
el que viven es estimado como suficiente o adecuado.
Las terapias de pareja son efectivas cuando estimulan la comunicación
entre los miembros de la pareja, ya que esta desempeña un papel importante en
la estructuración de la pareja, y la principal función del terapeuta es
promover una comunicación que favorezca mayores niveles de organización de la
relación diádica. Especialmente cuando sabemos que las fuertes cargas emotivas
son difíciles de expresar y están sujetas a interpretaciones divergentes.
Un proceso psicoterapéutico cuyos fines no se dirijan al conocimiento de
la verdad es insostenible éticamente e inadmisible.
Por ello es imprescindible la honestidad de los miembros de la pareja
para facilitar los cambios constructivos que requieren su unión.
7. MODELO TERAPÉUTICO:
El método psicoterapéutico elegido para entrevistar varía de un
terapeuta a otro: quienes se adhieren al enfoque psicoanalítico clásico
prefieren dejar en terapia a quien pide la cita, sin ver nunca a su pareja. El
cambio en el vínculo depende del cambio del paciente sin depender del
compañero(a). El miembro de la pareja que recibe terapia individual asume la
responsabilidad por el cambio, el crecimiento o la ruptura del vínculo. Este
enfoque no se ocupa de los problemas vinculares en si mismos sino de la
capacidad funcional del paciente.
Otra modalidad es la terapia simultánea, propuesta por Bela Mittelmann
(1957) y Alexander Thomas (1956), consiste en que un mismo terapeuta trata a
ambos miembros de la pareja en forma individual, pero simultáneamente.
Martin y Bird (1953) proponen el enfoque colaborativo que consiste en
que cada miembro de la pareja es tratado por un terapeuta diferente. Ambos
terapeutas se reúnen periódicamente para analizar la dinámica del vínculo y
focalizar las áreas de intervención.
Algunos terapeutas combinan los modelos al ver a la pareja en unas
entrevistas conjuntas preliminares y luego los separan para terapias
simultáneas; otros ven cada miembro individualmente y los juntan en las
entrevistas finales o de devolución.
TERAPIA CONJUNTA DE PAREJA:
Esta modalidad fue propuesta por Don Jackson en 1961. Es la más
utilizada porque estimula el diálogo de la pareja, es eficaz y permite acceder
con más rapidez y en mayor medida a la dinámica de la díada.
En las entrevistas conjuntas siempre están presentes los dos miembros de
la pareja; ambos pueden plantear la percepción de sus problemas y tienen la
oportunidad de debatir sobre las áreas conflictuadas de manera distinta de cómo
lo hacen entre sí por estar triangulados por el terapeuta a quien le reconocen
competencia.
“En la práctica clínica de las terapias de pareja, la actividad más
importante del terapeuta consiste en favorecer la comunicación entre los
compañeros. De este modo es como se obtiene los resultados más manifiestos, los
más rápidos y a veces los más profundos. El trabajo consiste en clarificar los
mensajes y comparar los sentidos diferentes que ellos tienen para uno y otro
integrante de la pareja. Sin duda es en este plano donde se realiza lo
fundamental del trabajo en la mayoría de las entrevistas conjuntas”.
Las ventajas de este modelo de entrevistas conjuntas son básicamente:
- Incrementa la
habilidad de comunicación entre la pareja, con la consiguiente posibilidad
de esclarecer sus expectativas sobre el vínculo, las demandas individuales
sobre el otro, mitiga las hostilidades y desconfianzas, y favorece la
planeación conjunta del futuro del vínculo.
- la presencia de
ambos miembros de la pareja les permite compartir la responsabilidad en
los problemas vinculares y comprometerse con las decisiones frente a su
resolución. La presencia de ambos evita el riesgo de aceptar al ausente
como depositario de lo malo del vínculo y al presente como representante
de lo bueno y exitoso
- Le otorga al
terapeuta la posibilidad de observar directamente la interacción de la
pareja
- Evita los
falsos supuestos de alianza con uno de los miembros y el riesgo de que el
terapeuta se vuelva portador de secretos imposibles de revelar de una de
las partes, lo que impediría el proceso terapéutico
1. DIFICULTADES DEL MODELO:
Uno de los elementos que pueden dificultar este trabajo es el problema
de la contratransferencia, es decir, la repercusión de estos conflictos sobre
el terapeuta dado que remueven sin parar su propia problemática matrimonial y
familiar. El hecho de observar y tomar conciencia de estos mecanismos
contratransferenciales es fundamental en este tipo de tratamientos y por ello
es tan necesaria la supervisión.
Este modelo obliga al clínico a una constante vigilancia de su
neutralidad, por tanto, evitará que sus juicios de valor y sus propios mitos
sobre la relación de pareja se interpongan en las decisiones de sus pacientes.
No permitirá que su lugar de terapeuta se desdibuje al asumir el papel de juez
o de consejero.
La principal dificultad de la terapia conjunta de pareja: es cómo
interpretar, porque el foco interpretativo es el vínculo. No un miembro u otro,
sino los dos, su relación. Con la interpretación de la colusión podemos ayudar
a los dos miembros de la pareja a tomar conciencia del funcionamiento
inconsciente que les ha llevado a actuar sus conflictos.
2. EL ENCUADRE:
El encuadre es la herramienta que usa el clínico para dosificar la
relación con la pareja y establecer los límites que permitirán una adecuada
comunicación e interacción de la triada que ahora incluye al terapeuta.
El psicólogo introduce unas pautas lógicas, viables y fijas, obligándose
mutuamente a cumplirlas y considerando toda
trasgresión como resistencia y/o alteración de la transferencia o de la
contratransferencia.
No tenemos dos pacientes sino un vínculo sobre el que intervenimos. En
terapia de pareja la
Psicopatología individual es un área más que el clínico
deberá evaluar con el fin de establecer las influencias de los rasgos
caracterológicos en las dificultades de la pareja. Pero el énfasis estará
puesto en la dinámica de la relación. La contención esta dirigida al vínculo.
Por tanto el encuadre buscará afirmar el compromiso mutuo en el proceso terapéutico,
para ello se tendrá en cuenta los siguientes aspectos generales:
- Aclarar las
expectativas de cada uno de los miembros de la pareja y clarificar cuales
de ellas son factibles en el proceso y cuales no. En especial cuando
esperan que el terapeuta asuma la dirección de la vida relacional o que de
consejos o que participe en las decisiones sobre qué es mejor o no para el
vínculo
- Explicar las
características del proceso terapéutico: La función de las partes, lo que
se espera de cada miembro de la pareja y especialmente, explicitar la
neutralidad que ofrece el terapeuta. Esto advertirá a la pareja sobre sus
inevitables creencias, en el transcurso del tratamiento, de que el
terapeuta esta parcializado con uno de ellos; y se les autoriza a hablar
de esta percepción, bien sea carente de fundamento o porque en verdad lo
contratransferencial se está interponiendo.
- Si se asumió el
modelo de terapia conjunta no se tendrán entrevistas individuales porque
puede desvirtuar los objetivos propuestos. Es recomendable iniciar las
sesiones solo en el momento en que ambos estén presentes.
- Los costos de
la terapia deberían, ser igualmente compartidos por la pareja, pues esto
influirá en el compromiso de cada uno con el otro y con el proceso. En
este punto se incluye la responsabilidad del pago, incluso si no usan la
hora asignada o no dan aviso al terapeuta de la inasistencia con un tiempo
prudencial que él determine.
- No nos podemos
comprometer con un número de sesiones determinadas para alcanzar los
objetivos propuestos, por lo que habría que invitar a la pareja a iniciar
el proceso y poner el énfasis del éxito en el nivel de compromiso de cada
uno, más que en la duración del tratamiento.
3. DURANTE LA
PRIMERA ENTREVISTA :
- Se indaga
acerca de los motivos primordiales del tratamiento y se rastrean posibles
fuentes de conflicto en otros aspectos, diferentes de los mencionados
- Se explora la
relación en las áreas sexual, laboral, económica parental, social y
familiar
- Se identifican
estructuras jerárquicas de poder y autoridad; desempeño de roles, normas y
valores, pautas de comunicación verbal y no verbal y expectativas con
respecto al vínculo
- Se indaga sobre
el desarrollo del conflicto: cuándo comenzó, qué factores internos y
externos lo propiciaron, cómo ha evolucionado y se preparan las
estrategias previas del manejo
- Se investiga
acerca de las expectativas de cada uno de los miembros de la pareja con
respecto al trabajo de orientación que se inicia: sus objetivos, las ideas
sobre la asesoría y su nivel de compromiso.
4. SESIONES SIGUIENTES:
Se dedican al análisis de la dinámica del vínculo y a generar propuestas
de cambio. Entre otros aspectos, se sugieren abordar los siguientes:
- Sobre las
familias de origen: Se realiza el genograma, que aporta datos sobre la
historia personal, familiar y social de cada uno. Permite generar
hipótesis sobre conflictos previos, expectativas, aprendizaje de roles y
modelos de relación que repercuten sobre el vínculo actual y que generan
conflictos.
- Sobre la
historia del vínculo y su conexión con los conflictos actuales
- Sobre la forma
de comunicación: Procesos que distorsionan la comunicación. Percepción
deformada de la conducta del compañero por una inadecuada interpretación.
Formas como cada uno promueve comportamientos adecuados de otro
- Sobre la vida
sexual de la pareja y la forma de recrear su intimidad
5. ÁREAS DE EVALUACIÓN CLÍNICA:
El clínico debe tener presente que la pareja inicia muchas veces con el
aspecto menos ansiógeno y en el transcurso del proceso han de aparecer las motivaciones
más relevantes. Igualmente debe investigar desde el inicio del proceso, todas
las áreas del vínculo con el fin de determinar cuáles de ellas están
conflictuando la relación y orientar la intervención.
LA ELECCIÓN DE PAREJA ESTÁ
DETERMINADA POR LAS RELACIONES OBJETALES?
El análisis de los primeros estadios del ciclo vital de la pareja
siempre presentan aspectos relacionales significativos que el terapeuta debe
tener presente, pues encontrará en ellos muchas de las causas de los conflictos
actuales de la pareja.
Las causas que nos llevan al enamoramiento no corresponden a energías
misteriosas e incomprensibles de la atracción entre los seres humanos; la
relación amorosa esta determinada, y por tanto es una manifestación, de las representaciones
mentales de los objetos.
Son muchos los mitos que oponen resistencia al estudio científico de la
atracción y del amor porque podrían robarle algo de humanidad y valor, pero la
verdad es que hay influencias socio – culturales y mecanismos psicológicos que
definen la elección de pareja. Nuestro énfasis está puesto en estos últimos.
Freud trató esta cuestión en tres trabajos: “sobre un tipo particular de
elección de objeto en el hombre” (1910), “Sobre la más generalizada degradación
de la vida amorosa” (1912), y “El tabú de la virginidad” (1918), que publicó
bajo el nombre de: “Contribuciones a la psicología del amor”, en el año 1918.
En estos artículos basa la elección de pareja a su origen edípico. En “Una
introducción al narcisismo” habla de dos tipos de elección de objeto amado:
- El padre como
referencia. Basado en el modelo de la persona o personas que primero
atienden y protegen. Se ama a la mujer que alimenta o al hombre que
protege y a las personas sustitutivas de ellos
- Por elección
narcisista, se ama:
- a lo que uno
es ( a si mismo)
- a lo que uno
fue
- a lo que uno
quisiera ser
- a la persona
que fue parte de uno mismo
Por su parte la teoría de las relaciones objetales ha ampliado y
profundizado los mecanismos psíquicos involucrados en la elección de pareja.
La clínica de las terapias de pareja muestra los mecanismos de
repetición mediante los cuales el sujeto tiende a reproducir un cierto tipo de
relación: una forma de interrelación con su o sus objetos, de la que él
conserva en el inconsciente el modelo imborrable; su nostalgia, de alguna
manera. El compañero de pareja no se elige únicamente por su parecido u
oposición a la figura parental, hay que agregar el elemento de la interrelación
de esa figura parental. Importa subrayar que es en torno a la organización de
las relaciones parentales donde se construye la referencia que llevara al
sujeto a moldear su propia organización diádica.
La relación amorosa reproduce la de los primeros momentos de la
existencia, cuando escinde el objeto y tiende a mantener el carácter totalmente
bueno y a negar las partes malas. En el flechazo, por ejemplo, se tiende a
suprimir, gracias a la negación y a la idealización primitiva, las partes
hostiles o insatisfactorias del objeto. La representación del objeto como
totalmente bueno le permite al sujeto adherirse a él y reactualizar la
simbiosis en esta nueva relación.
Paralelamente, en el galanteo, se disimulan las representaciones
negativas del sí mismo y el sujeto muestra a su pretendiente las partes más
organizadas del yo que estimulan a su vez, parafraseando a Klein, la
“idealización proyectiva” a la manera de identificación proyectiva.
La etapa del enamoramiento se basa en los mecanismos de idealización,
escisión y proyección, que suponen al objeto como totalmente satisfactorio. La
incapacidad de integrar las representaciones buenas y malas del objeto y, por
consiguiente, el paso a la ambivalencia es lo que denominamos como una relación
afectiva inmadura y es factor de intervención clínica.
Hay sujetos que prolongan estos estados escindidos de sus
representaciones y niegan toda falla en la perfección de la imagen que han
forjado sobre la pareja. Esta es la manera más frecuente como se vinculan los
adolescentes.
El estado de completad del enamoramiento explica las promesas de amor
eterno y el desmoronamiento de los límites entre los miembros de la pareja. Es
una experiencia de fusión del uno con el otro que procura una sensación
fundamental de realización, de unicidad. No hay reconocimiento de las
diferencias. Esta simbiosis es a la vez el motivo de un gran dolor ante la
posibilidad de la pérdida o la separación.
La creciente dependencia entre los enamorados no sólo les propicia una
experiencia de fusión sino que cercan sus espacios, se controlan sus movimientos,
se alejan de amigos y parientes en una ilusión de autosuficiencia diádica. La
renuncia a las aspiraciones personales, a las diferencias, conllevan a la
asfixia. Estas parejas inseparables sufren de celos patológicos, se tornan
agresivas por la ansiedad de separación.
Nuestra cultura ha fomentado esta primera fase como “el verdadero amor”.
A través de las canciones, dramas tele novelescos, mensajes en los medios
masivos de comunicación ofrecen las pautas de cómo se ama, y promueven el amor
– pasión como la manera real del amor. Incluso muchas parejas que han logrado
el acoplamiento y el tiempo compartido los ha madurado, dudan de su amor, lo
confunden con la rutina, creen que porque ya no sientes “las mariposas
estomacales” han dejado de amar a su pareja. El promedio de las personas ni
siquiera se han detenido a cuestionar la enorme influencia cultural en sus
relaciones de pareja.
Desafortunadamente muchas parejas se comprometen en matrimonio durante
el período del amor romántico, dejando para los primeros años de unión conyugal
la declinación inexorable de las fantasías que inicialmente los unió. Esto hace
más profundas las crisis del vínculo y en ocasiones su temprana ruptura.
Los sujetos capaces de integrar las representaciones del objeto
bueno y del objeto malo podrán ajustarse
a una relación duradera y más funcional. Para ello es necesario la
desidealización del objeto y por tanto reconocer su imperfección; esto permite
aceptar los sentimientos ambivalentes de amor y odio por el objeto. En adelante
podrán tomar la distancia óptima el uno y el otro. Las individualidades
enriquecen la relación, la absorción y la asfixia los llevan al empobrecimiento
mutuo y a la muerte del vínculo,
De cualquier forma los vínculos más estables enfrentan el desafío de cómo
permanecer en contacto con el lado más satisfactorio de su relación, vigilantes
de que los eventos que promueven la separación – individuación no destruyan la
díada. Algunas parejas enfrentan el mayor desafió en el mismo momento del
matrimonio, otras con el nacimiento del primer hijo o cuando el hijo entra en
una etapa particular de su desarrollo como el campo edípico o la crisis de la
adolescencia, para otras parejas no se da hasta el tiempo en que los hijos
abandonan la casa, el nido vacío..
CRISIS
DEL CICLO VITAL:
Algunas parejas acuden a terapia para analizar una crisis relacionada
con el ciclo vital de la pareja: enamoramiento, acoplamiento, nacimiento del
primer hijo, el hijo adolescente, partida de los hijos o nido vació.
El panorama evolutivo de la pareja esta referido a los procesos
psíquicos y relacionales comparables a la dinámica de la díada madre – hijo,
que a su vez nos sirve de referente para estudiar los patrones de relación que
cada miembro de la pareja ha integrado.
Todo vínculo, como los individuos, son susceptibles al conflicto, por
ello entendemos las crisis del ciclo vital como aquellas remociones que sufre
la organización diádica y que obliga a la pareja a asumir un nuevo
funcionamiento de la relación. Este efecto reorganizador de la crisis es el
foco terapéutico.
MOTIVOS MÁS FRECUENTES POR LOS
CUALES SE ACUDE A CONSULTA
1. TERCEROS QUE INTERFIEREN
EN LA RELACIÓN :
La demarcación de los límites que dan identidad a la pareja en interacción
con lo social no es siempre fácil. Por un lado, las transferencias y las
identificaciones proyectivas que tienen mutuamente, tienden a convertir la
relación en un sistema fuertemente cerrado. Por otro, el grupo social,
especialmente la familia de origen, ejerce presión sobre cada miembro de la
pareja por el temor a que la fusión del vínculo los separe definitivamente del
núcleo social o familiar.
Por otro lado la aparición del rival temido como tercero que da origen a
la inseguridad emocional y a los celos como señal de alarma que protege la
integridad de la relación. Lo que mucha gente valora en las relaciones
emocionales es la exclusividad y cualquier intrusión basta para dañar la
relación. El sentimiento de haber quedado afuera, excluido y aislado provoca
resentimiento y odio.
2. CONFLICTOS CON LA
FAMILIA DE ORIGEN:
Se presenta por convivencia o interferencia de la familia de alguno de
los miembros de la pareja, en la
relación con ésta.
3. DESACUERDOS EN EL MANEJO DE LOS HIJOS:
En áreas como: La educación, el dinero, las diversiones, los permisos, y
los castigos.
4. INFIDELIDAD Y CELOS:
Relaciones extramatrimoniales esporádicas o permanentes, que afectan el
vínculo. Suele existir una correspondencia entre la infidelidad de uno de los
miembros de la pareja y los celos del compañero.
5. DISFUNCIONES SEXUALES:
Las disfunciones sexuales son generalmente el síntoma de otras áreas en
conflicto, el objetivo terapéutico será facilitar la reorganización vincular en
todos sus componentes más que poner el énfasis del tratamiento en el
restablecimiento de la función sexual. Casi todos los problemas de pareja
repercuten en esta área, por lo que el terapeuta deberá enlazar este aspecto a
la calidad integral de la relación de pareja.
Impotencia, anorgasmia, vaginismo, eyaculación precoz, abstinencia
prolongada, disminución del deseo sexual. Estas disminuciones muchas veces no
son expresadas en forma abierta, y pueden ser el reflejo de problemas
originados en otras áreas de la relación en pareja.
6. DIFICULTAD EN LA
COMUNICACIÓN :
Es el área generalmente más deteriorada en las parejas que acuden a
terapia. Los conflictos limitan la comunicación, y la mala comunicación impide
la resolución de los problemas vinculares.
La comunicación de los afectos y de las emociones, y la descarga emotiva
intensa no siempre es clara; esto obliga al terapeuta de parejas a tener un
conocimiento óptimo sobre la teoría de la comunicación humana y las fallas en
estos procesos para poder señalar, interpretar o confrontar la distorsión de
los mensajes entre los miembros de la pareja, pues, lo más común son las
ambigüedades, los mensajes ocultos, las resignificaciones, los lenguajes
distintos lo que impera en las parejas conflictuadas.
Se entiende como la ausencia o la disminución de diálogo entre la pareja
y se manifiesta a través de distancia afectiva, interpretación distorsionada de
la conducta del otro, dificultades para escuchar al compañero y para expresar
en forma adecuada el mensaje verbal o actitudinal.
7. OBSTÁCULOS EN EL MANEJO DE LOS ROLES DEL HOMBRE Y DE LA MUJER :
Diferencias en las expectativas del uno y del otro respecto a la
relación de pareja en cuanto al amor romántico, a la expresión de los
sentimientos, al manejo de los hijos y a la distribución presupuestal. Las
dificultades en el manejo del poder y de la autoridad, la asignación de roles,
el trabajo del hombre y de la mujer.
8. AGRESIÓN Y VIOLENCIA:
Maltrato físico o psicológico a través de comportamientos o actitudes de
tipo hostil, que por su frecuencia y/o intensidad son motivo de conflicto entre
la pareja.
9. ADICCIONES:
Dependencia de uno o de los miembros de la pareja al alcohol, las
drogas, el juego, y que por su frecuencia e intensidad es motivo de conflicto
entre la pareja.
10. DIFICULTADES EN EL MANEJO DE LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES:
Esta área está referida a los problemas de aceptación mutua de los
rasgos de carácter, temperamento, valores o personalidad del compañero.
También suele suceder que uno de los miembros de la pareja oculta sus problemas
psicopatológicos individuales tras la fachada de la terapia conjunta por las
resistencias a aceptar la necesidad de una intervención individual. Por ello es
necesario que el psicólogo reconozca las identificaciones proyectivas en la
relación de pareja, pues en ellas impera la necesidad de apartar un conflicto
interior, alejando del campo de la conciencia un aspecto de sí mismo que se
reprobaría si se lo percibiera y que engendraría sentimientos de culpa. El
compañero es el depositario de estas proyecciones, y es asombrosa la
disposición de éste para asumir todos los síntomas atribuidos
11. SEPARACIÓN Y DIVORCIO:
Suspensión temporal del vínculo con la intención de solucionar el
problema, o disolución definitiva de la relación.
12. PROBLEMAS EN PAREJAS DE SEGUNDA UNIÓN:
En los individuos que se unen por segunda vez en forma estable, con o
sin hijos, se agrega el tener que manejar un mayor número de vínculos.
Estas cuestiones expresadas por los miembros de la pareja cuando acuden
a la asesoría son, por lo general, el reflejo de conflictos en otras áreas de
la relación. Así mismo, en muchos casos, la queja que se presenta como problema
principal al comienzo no es el motivo real del conflicto.
13. RELACIONES DE PODER: CONTROL DE OBJETO
Otra área que conflictua frecuentemente los vínculos amorosos son las
relaciones de poder en términos de control sobre el objeto. La superioridad
económica de uno de los miembros, la competencia profesional, la procedencia
social establecen diferencias que enmarcan la organización del vínculo en lucha
de poderes. La debilidad yoica de uno de los sujetos lo hace dependiente
emocionalmente y su sometimiento no es más que la búsqueda de seguridad en el
narcisismo de su pareja.
Otro matiz de la dinámica inconsciente de las relaciones de poder está
manifiesta en las parejas que se agraden. El odio, también vincula y sus
manifestaciones son gravemente desorganizadoras; la envidia, presente en las
relaciones vinculares, tal como lo explicó Klein, especialmente en algunas parejas
que no trascienden la ambivalencia y se quedan fijadas a etapas muy primitivas,
el objeto es desvalorizado y agredido; fantasías inconscientes de quedar
excluido en una relación triangular donde la manifestación violenta es la
defensa contra la angustia de separación; personalidades narcisistas que
destruyen al objeto que no los complace; la identificación con la relación
agresiva de los padres. Todos estos temas habrán de ser investigados por el
clínico.
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