El concepto de escisión tiene un
papel central en varias de las teorías de las relaciones objetales (Cashdan
1988, Fairbairn 1952, Winnicott 1971). La escisión es la separación mental de
objetos en sus aspectos “bueno” y “malo”.
La primera escisión ocurre porque se
experimenta a la madre como inconsistente. A veces es “buena”, satisface todas
las necesidades del infante; otras veces es “mala”, deja de responder tan
completa o rápidamente como lo desea el infante. Este no está mentalmente
preparado para pensar en la misma persona como buena y mala, y se ve, por ende,
ante un dilema, que se resuelve dividiendo a la madre en componentes buenos y
malos y luego separando en forma mental uno de otro. De esta manera, los
infantes mantienen sus vínculos dependientes sin sentirse de continuo
amenazados.
Escindir no es en sí anormal, ni se
limita este proceso a la madre o a la temprana infancia. Más bien, el ir
desprendiendo y separando la experiencia en forma evaluativo, en bueno y malo,
es una forma dominante de procesar la información para los adultos igual que
para los niños. La pregunta fundamental no es si hay escisión, porque
invariablemente la hay, sino: Cómo se resuelve la escisión inicial en el
desarrollo posterior?
Cuando las opiniones de varios
teóricos de las relaciones objetales se integran, el curso del desarrollo de la
escisión resultante es un proceso de ocho etapas:
1.
Esta es la fase del autismo normal
Malheriana. La experiencia es indiferenciada. Se supone que la etapa I es el
estado original del ser
2.
La vaga conciencia de una posible
diferenciación de la experiencia comienza hacia el segundo mes. Esta es la fase
de simbiosis normal de Malher
3.
Hay una notoria división de la experiencia
entre el “yo” y el “otro”
4.
El “otro” constituido principalmente por la
madre en esta etapa, se divide en bueno y malo. Se trata de la división de
“buena madre” – “mala madre”
5.
El “yo” se divide también en bueno y malo,
como resultado de que el objeto madre se ha incorporado parcialmente en el yo
6.
esta es la coyuntura fundamental para las
relaciones objetales posteriores. En esencia hay dos formas de proceder:
a)
La madre ha sido “suficientemente buena”. El
individuo empieza a fundir (aceptar en conjunto) ambos aspectos de la madre en
un todo
integrado
b)
Si la madre es muy rechazante o no
gratificante en extremo, se vuelve necesario sacar por completo a la madre mala
de la conciencia. Si esto llega a ocurrir, el individuo tendrá problemas para
manejar la escisión del yo y también los tendrá en grado considerable en todas
sus relaciones futuras
7.
El camino está abierto ahora hacia la integración o la fragmentación completa
a) La aceptación de la naturaleza dual de la
madre permite el reconocimiento de la índole dual propia
b) La mala madre y el mal yo son reprimidos
ahora (expulsados de la conciencia)
8.
Esta es la situación terminal de cada camino
a) La persona es ahora capaz de tener
relaciones caracterizadas por la independencia mutua, la cual representa la
madurez psicológica
b) La persona es incapaz de tratar con otras
en formas cooperativas, sostenidas. Ni el yo ni ningún otro pueden ser
aceptados. El individuo es proclive a las identificaciones proyectivas.
Muchas Gracias.
ResponderBorrarUna explicación clara sin apartarse del rigor de la teoria
Buena definición; precisa .
ResponderBorrarGracias
Gracias perfecto
ResponderBorrarY que seria lo que sucede en la madre para ser tan rechazante?
ResponderBorrarGracias por ser tan sencilla y clara su explicación.
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