DIAGNÓSTICO
DESCRIPTIVO EVOLUTIVO ESTRUCTURAL
Actualmente es posible pensar que hay
acuerdo, no unanimidad, en la importancia de las relaciones objetales en la
estructuración del psiquismo. Por tanto, de la manera como se estructuren y se
conformen estos esquemas fundamentales, apoyados en las relaciones tempranas
con los cuidadores primarios del niño, dependerá la organización y
estructuración psíquica y las relaciones entre las estructuras Yo - Ello-
Superyó.
Este diagrama
diagnóstico sigue las siguientes coordenadas:
1.
Las relaciones objetales son estructuras
intrapsíquicas
2.
La representación del sí-mismo- objeto
como esquemas. Resultado de los procesos de: Organización,
Asimilación/acomodación, Diferenciación, Generalización e integración.
3.
La relación con la madre cumple la función
de experiencias tempranas.
4.
Las fases del desarrollo psicológico de
Margareth Mahler y que Althea Horner sintetiza e integra las patologías
asociadas. Mahler propone tres fases:
· Autismo
Normal
· Simbiosis
Normal
· Separación-Individuación
con sus cuatro subfases: Diferenciación, Ejercitación, Reacercamiento y
constancia objetal- logro de la identidad-.
Cada fase cumple una
función esencial para el nacimiento psicológico del infante humano. Y en cada
una podemos evaluar aspectos evolutivos y clínicos. Habremos de considerar qué
tipo de falla, en qué grado y bajo qué circunstancias.
Cada estadio tiene
su propio peligro de perdida objetal y cada estadio tiene, así mismo, su propia
solución a ese peligro, de acuerdo con el nivel de organización en el que se
encuentre el sujeto y los recursos que posea.
5.
Los Déficits en la organización
(formación de patrones), en la integración y en la diferenciación tienen
manifestaciones clínicas paralelas:
Déficits en la
organización: En los meses más tempranos de la vida el sujeto dejará
áreas de la experiencia por fuera de patrones, bajo ciertas circunstancias el
paciente se desorganizará. Esto es, la movilización de cualquier emoción,
sentimiento o impulso (o derivado ideacional) que se encuentre por fuera de los
centros de organización que puedan existir, tendrá un impacto desorganizador en
el individuo. La desorganización es una manifestación del fracaso del esquema
básico del sí-mismo para mantenerse unificado, dando como resultado una
reacción psicótica. En estos casos las funciones autónomas (pensamiento,
memoria, contacto con la realidad) pueden verse comprometidas.
Déficits en la
integración: Si
existe un déficit en la integración de sectores organizados de las
representaciones de objeto y del sí-mismo, bajo ciertas circunstancias el
paciente se desintegrará. El factor precipitante será probablemente la
evocación simultánea de sectores conflictuados, escindidos del sí-mismo. La
desintegración es una manifestación del fracaso en el tejido conjunto de
esquemas separados, y es característico de los desordenes de carácter. En estos
casos las funciones autónomas permanecerán intactas.
Déficits en la
diferenciación entre las representaciones el sí-mismo y del objeto:
causarán, bajo ciertas circunstancias la des-diferenciación del individuo. El
evento precipitante tiende a ser la experiencia de pérdida objetal y severa
ansiedad de separación (Ej. una ruptura amorosa) La rigidez de defensas contra
la emergencia de lo no integrado o lo no organizado, refleja el grado de la
patología estructural y su inherente amenaza para la integridad del sí-mismo.
6.
Fallas en la Cohesión (La cohesión refleja la capacidad de la función sintética del Yo para organizar la experiencia -tanto interna como externa- en patrones, la esencia de la estructuración),
fallas en la relación con la realidad o fallas en relación con los objetos,
cada una tendrá consecuencias específicas en términos de patología del
carácter, sintomatología e implicaciones para el tratamiento. Estos tres
elementos (la cohesión, la relación con el objeto y la relación con la
realidad) se desarrollan paralelamente y se influyen de manera recíproca.
Por ejemplo: Una sólida identidad del
Yo refleja una estructura neurótica de
personalidad y es un paciente con una prueba de realidad intacta. En pacientes
psicóticos pueden aparecer sistemas ilusorios, una identidad anormal,
patológicamente integrada. Estructuralmente hablando, la integración y la
congruencia con la realidad son las que diferencian la organización neurótica
de la psicótica.
La calidad de las relaciones
objetales es en gran parte dependiente de la integración de la identidad, lo
cual incluye no sólo el grado de integración, sino también la continuidad
temporal del concepto del paciente sobre si mismo y los demás. En la
organización límite esta continuidad se pierde; tales pacientes tienen poca
capacidad para una evaluación realista de los demás. Sus relaciones con los
demás son caóticas o huecas.
Muy útil, muchas gracias.
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