lunes, 1 de octubre de 2018

23. ERIK ERIKSON Y LA PSICOLOGÍA DINÁMICA

Enfoque de la teoría psicoanalítica de las relaciones objetales por parte de la psicología del yo


·         En sus formulaciones sobre la identidad del yo desarrolló los aspectos subjetivos del yo como importante estructura psíquica

·         La identidad del yo se desarrolla a partir de la integración de introyecciones e identificaciones

·         A partir de Erikson existe consenso respecto de la existencia de componentes del si mismo en el yo y de la especial importancia de la integración de diferentes aspectos del si mismo como función y estructura del yo.

Las fases (Erikson) son la evolución como una sucesión cronológica. Dependiendo de la edad hay unas características predominantes. Cada fase incluye a la anterior.

Las posiciones: no plantea una sucesión cronológica, sólo en la primera vez que el sujeto vive la posición esquizo-paranoide al cabo de medio año comienza a vivir las cosas en posición depresiva. A partir de ahí se irán sucediendo las posiciones sin determinar, depende de la vivencia de las circunstancias, el modo en que el sujeto se enfrenta a un problema.

No entran en contradicción, no son excluyentes y son útiles en el primer momento del conflicto para ver como lo vive el paciente.

Las fases de Erikson

Serie de fases evolutivas psicosociales. Los mecanismos de defensa más importantes son la fijación y la regresión.

  •             Sensorio-oral: confianza vs desconfianza
  •             Muscul-anal: autonomía vs duda y vergüenza
  •             Fálica-locomotora: iniciativa vs culpa
  •             Periodo de latencia: industrialidad vs inferioridad
  •             Genital-generativa.


Erickson plantea una evolución siguiendo unos parámetros cronológicos: las fases. Este concepto tiene que ver, primero, con unas características biológicas concretas y unas características psíquicas que se interrelacionan con el grupo familiar en un primer momento y en el marco psicosocial después. Propone una comprensión biopsicosocial del individuo.

Desde la psicología, cada fase tendría una característica dominante, una estructura de conjunto y significaría la forma de resolver un conflicto. En cada fase hay un conflicto con el que el individuo se debe enfrentar, con unas características biológicas concretas que determinan el momento evolutivo.

La estructura de conjunto es necesaria para marcar la propiedad dominante en cada fase, esta característica dominante tiene que estar rodeada de otras secundarias para saber en qué fase se encuentra, porque a veces, la propiedad dominante se puede dar en una fase distinta de la que está viviendo.

Dependiendo de la resolución del conflicto, se determinará una modalidad social, es decir, unas características en la forma de relacionarse con su entorno.

Si hay una fijación en una fase concreta es que el conflicto no se ha resuelto, se puede avanzar de fase, pero no se resolverá el problema.

En la regresión es importante valorar cuanto tiempo ha durado.

La trascendencia de esto en la clínica desde el punto de vista diagnóstico es que es más difícil enfrentarse a una fijación (no evolución de la fase conflictiva) que a una regresión (evolución mínima).

Dentro de la regresión, se habla de la sana o al servicio de la salud, ya que frente a determinados conflictos, una regresión parcial es favorable.

Cuando hablamos de fijación o regresión casi nunca se habla de la totalidad del individuo, sino en algunas características, alguna área o aspecto concreto.
Cuando pasamos de una fase a otra no se produce un corte, sino que cada fase incluye las características de la fase anterior e incorpora características de la fase posterior.

FASES:

1. Sensorio-oral: va desde el nacimiento hasta el primer año de vida. El niño conoce el mundo chupando, la boca es el medio para conocer al mundo, primero de forma pasiva y más tarde, más activa.
 El conflicto es confianza vs desconfianza con el mismo y con su entorno. La confianza y la desconfianza no son dos polos sino un continuo, si predomina la confianza será una característica de salud mental sobre la que construirá el resto de sus características fundamentales. Si predomina la desconfianza básica, podrían aparecer los primeros trastornos infantiles. La confianza es sentirse suficientemente atendido, para que en el sujeto predomine la confianza en sí mismo.

2. Muscul-anal: se da el control e esfínteres, funciones gástricas, etc. El niño comienza a ser consciente de su cuerpo, va desde el año y medio hasta los dos años y medio. Hay un avance importante en la movilidad. Conflicto: autonomía vs duda y vergüenza. La autonomía consiste en que el niño puede ir a buscar al otro, puede moverse, se hace más autónomo, lo cual lo enfrenta a la duda, el hacer algo o no... la duda y la vergüenza están más relacionadas con conductas de tipo obsesivo (duda) y la vergüenza con fobias sociales, vergüenza patológica.

3. Fálica-locomotora: se da desde los 5 años, aumenta la capacidad relacional y corporal del individuo, el niño quiere hacerse con los demás, mide sus fuerzas, lo que comporta un índice de autonomía muy alto (iniciativa) o sentimientos de culpa, sentimientos de inferioridad, sentimientos posteriores como los celos, la envidia, la competitividad extrema, etc. Tienen mucho que ver con este momento evolutivo.
Conflicto: iniciativa vs culpa.

4. Periodo de latencia: se da en la pre-adolescencia, a los 11/12 años, momento que desde el punto de vista biológico no se producen grandes cambios. En esta fase se produce un cambio fuerte en materia intelectual. El conflicto es industrialidad vs inferioridad. El conflicto se encuentra en la industrialidad (conocer a través de los instrumentos, habilidades manuales, etc.) y el riesgo es el sentimiento de inferioridad, cuando el niño no consigue sus objetivos.

De las fases 1 hasta la 4 encontramos funcionamientos más primitivos, Son las fases pre-genitales (Piaget). Si se superan con éxito las cuatro fases se llega a la quinta.

5. Genital-generativa:

5.1 Adolescencia: cambios, tanto a nivel físico, como psíquico (roles, estructuras, identidad...) Erikson define la identidad como “la confianza, acumulada por el sujeto, en él mismo y en su entorno más próximo a partir de repetidas experiencias gratificantes acumuladas de su entorno”. La contrapartida sería la confusión de rol, es frecuente que el individuo pase por situaciones de confusión de rol (no sentirse con una identidad suficientemente configurada) y que reaccione con comportamientos parecidos a los de la psicosis o trastorno antisocial, sin que podamos hablar de un trastorno antisocial o de una estructura de la personalidad psicótica.

Encontramos conductas cuya finalidad es diferenciarse de los demás como criterio para encontrar la propia identidad, siendo muchas veces una imitación de su mito (fenómeno fan), por lo tanto hay que ir con cuidado a la hora de diagnosticar trastornos estructurales, hay que ver en que fase está.

La persona tiene una pseudoidentidad (def de Winnicott), una apariencia de identidad sin llegar a la auténtica, también llamada “falso self”. Si el individuo ha conseguido una identidad estructurada podrá experimentar la identidad.

5.2 Adulto joven: como característica principal está la capacidad de la persona para colocarse en situaciones (desde el punto de vista psicológico) que lo hacen abandonar temporalmente la identidad por el bien de la relación o del otro. Esto tiene que ver con la solidaridad y con la intimidad, en el sentido de entregarse al otro. Si hubiera una identidad frágil, el individuo no sería capaz de darse al otro y tendería al aislamiento, definido como que el individuo marca un territorio propio fuera del cual se siente muy inseguro teniendo miedo a la confusión de rol.

Este aislamiento también se puede dar en una pareja, o grupo donde el vínculo es muy frágil y por lo tanto se aíslan para protegerlo como si su identidad propia y la de la pareja estuviera en peligro fuera de ese territorio (identidad basada en el aislamiento). Aparentemente están protegidos de los conflictos asociados a los nuevos acontecimientos.

5.3 Adulto: es muy importante la necesidad del adulto de sentirse necesitado por las personas más jóvenes, sería la generatividad como necesidad para sentirse valorado, reconocido en sus habilidades y valores. Si esta generatividad no se consigue, nos encontramos con conductas relacionadas con el estancamiento, es decir, el empobrecimiento de la persona al no experimentar la generatividad que supone que otras generaciones más jóvenes necesiten de ellos. Entonces el individuo puede, a todos los niveles quedarse estancado en una especie de cuidado, de atención a él mismo y a sus propias necesidades.
La generatividad hace que el individuo siga evolucionando.

5.4 Madurez: es la última etapa de la vida (de los 65 en adelante), la integridad del yo y del self vs desesperación. Tan sólo el individuo en el que ha predominado la confianza, la autonomía, la intimidad, etc., es capaz de llegar a la vejez con lo que conocemos como integridad, la serenidad del “anciano”, consciencia de las propias limitaciones y capacidades. Si no está aparece la desesperación, actitudes de inutilidad y más persecutorias, las carencias y limitaciones se han de negar porque son perseguidores infalibles, no se puede hacer nada con o en contra de ellas.

La relación abuelo-nieto es sumamente positiva, sobre todo el abuelo puede transmitir, al niño, la serenidad que tiene frente a la muerte.

Es importante poder ver en la clínica si el individuo es más cercano a la desconfianza, duda, culpa, inferioridad, confusió, aislamiento, estancamiento y/o desesperación, donde hay más fijación, son más destructoras de la persona y también indican qué grado de desarrollo se ha producido.


El pronóstico es peor en la fijación que en la regresión.

CUADRO DE LAS ETAPAS






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