Es un desorden de la estructura de la personalidad. Existen
perturbaciones en la diferenciación e integración de representaciones.
Horner denomina desorden de carácter al déficit de
integración o de cohesión o de organización que impide el proceso de separación
– individuación. De alguna manera el sujeto queda fijado de tal modo que su
representación mental no puede desligarse de la representación mental del otro.
Es esencial que el otro este presente de una manera u otra para que el sujeto
pueda ser el mismo.
Giovacchini define los desordenes de carácter como
aquellas personas incapaces de dominar los problemas impuestos por el ambiente.
“ellos se encuentran perplejos, incapaces de caminar junto al prójimo, plagados
por preguntas existenciales y problemas de identidad, puesto que no saben
quienes son, por qué existen o si encajan en el sistema general de las cosas”.
La cohesión es el rasgo crítico que permite
diferenciar entre la personalidad narcisista y la estructura fronteriza de
carácter. En tanto la relación con la realidad y la prueba de realidad son los
rasgos diferenciadores críticos entre el carácter fronterizo y la organización
psicótica de la personalidad.
A. LIMITE:
No puede hacer uso de aspectos de la función organizadora, narcisisante,
integradora, por déficit en la función maternal ya sea por aspectos
devaluadotes o aún depresivos, o sea, una madre abandónica o depresiva.
El tipo de defensa al que apela el fronterizo propiamente, es a uno que
lo lleva a la reducción simbiótica, por eso es que el se desorganiza muchísimo
más y el carácter es depresivo. En tanto, la ansiedad del fronterizo no es por la
separación sino por abandono, no vive una separación, sino una pérdida. El tipo
de defensa por el que opta el fronterizo le hace quedar a merced del objeto.
Las defensas típicas utilizadas en las condiciones fronterizas son:
escisión, proyección, identificación proyectiva, idealización primitiva y
negación.
En el individuo fronterizo el sí – mismo es incierto, amorfo, imposible
de definir, existen defectos básicos en los patrones.
Toda separación es vivida como pérdida, personas incapaces de dominar problemas
por el ambiente, se hacen preguntas existenciales, no saben quienes son.
Los componentes afectivos principales en el límite son:
1. Angustia: por debilidad yoica
2. Depresión: Sentimientos de soledad y abandono
(anaclítica)
3. Cólera: Constante amenaza de abandono
- Hay escisión del objeto (el si mismo es malo, el objeto es bueno).
- Si el límite agrede al objeto es por el temor de abandono. Hay
autoagresión, las relaciones son muy superficiales y transitorias. La
característica principal son relaciones diádicas, emplea mecanismos de
defensa primitivos.
- Las relaciones con el super yo son insuficientes, ya que las
establece mas con los precursores (culpa reparatoria más que crítica
reguladora).
- El edipo no puede llegar a ser organizador, posee representación empobrecida
del si mismo, la ideación suicida es muy recurrente.
- A un límite lo da una madre límite, abandónica o depresiva.
- A nivel terapéutico con un límite funciona más la confrontación que
la interpretación.
- El limite ataca la autonomía del objeto por envidia.
La estructura patológica del yo, yaciente en el fondo del cuadro clínico
del fronterizo, puede ser vista a través de las alteraciones de las principales
funciones yoicas:
- Relación con la realidad: Frente a circunstancias difíciles, muy problemáticas,
de peligro, de abandono, puede presentarse pérdida transitoria de la realidad.
La pérdida de la realidad es recuperable una vez que pasa la situación
conflictiva externa, conserva el juicio de realidad.
- Relaciones del self y de la identidad: El sentimiento de identidad es muy precario, existen
fallas en el sentido de sí mismo. El paciente límite posee un falso self con el
que se adapta en forma precaria. Presentan difusión de la identidad
- Pensamiento: tendencia a pensamiento mágico y grandioso, inclinándose a considerar
sus imaginaciones y fantasías como reales. El razonamiento se realiza en
términos circunstanciales en lugar de lógicos. Las percepciones están teñidas
por los afectos.
- Función afectiva: Angustia frente a cualquier estimulación dada la poca
tolerancia yoica, depresión por un fondo de sentimientos de soledad y abandono
y cólera
- Relación objetal e interpersonal: Si bien tiene una adaptación social bastante
aceptable y su desenvolvimiento en el trabajo y la actividad social general es
más o menos adecuada, sus relaciones son muy superficiales y transitorias,
cuando las relaciones se tornan mas estrechas, se vuelven intensas por
aferramiento, creándose una dependencia en la que se hace uso de la
manipulación y la utilización del otro
- Funcionamiento defensivo: Los mecanismos defensivos son primitivos, tales como
escisión, identificación proyectiva, proyección, negación, omnipotencia,
idealización, devaluación; son utilizados para evitar la angustia del caos
interno y externo
- Función sintética y estado del yo: Esta importante función presenta alteraciones al
tratarse de un yo lábil y débil, tendiente a la escisión e incapaz de contener
la angustia, que lo inunda
En el individuo fronterizo el si – mismo es incierto, amorfo, imposible
de definir.
El fronterizo no puede hacer uso de
aspectos de la función organizadora,
narcisisante, integradora, por déficit en la función maternal
ya sea por aspectos devaluadores o aún depresivos, o sea, una madre
abandónica o depresiva.
La experiencia de disolución del Yo asociada
con la perdida del objeto en pacientes fronterizos, es análoga a los trastornos
del sentimiento primitivo de los que
Mahler escribe.
Anne Marie Sandler (1977) relaciona la
ansiedad de un niño de 8 meses que crece en la conciencia de la separación de
su madre. En este punto el niño enfrenta “la perdida del dialogo reciproco
lentamente establecido entre él y su madre”(p.197). Este dialogo es el núcleo maternal esencial en el
que se establece la organización del Yo, y esta es indistinta e indistinguible
desde el núcleo mismo. En el tratamiento del adulto fronterizo la necesidad
para consolidar como una defensa contra esa disolución del yo, debe ser
correctamente determinada al hacer nuestro diagnostico del desarrollo, al igual
que los objetivos del tratamiento y las estrategias en que se basará ese
juicio.
El tipo de defensa al que apela el
fronterizo propiamente, es a uno que lo lleva a la reducción simbiótica, por
eso es que él se desorganiza muchísimo más y el carácter es depresivo. En
tanto, la ansiedad del fronterizo no es por la separación sino por abandono, no
vive una separación, sino una pérdida. El tipo de defensa por el que opta el
fronterizo le hace quedar a merced del objeto.
Las defensas típicas utilizadas en las
condiciones fronterizas son: escisión, proyección, identificación proyectiva,
idealización primitiva y negación.
En el individuo fronterizo el sí-mismo es
incierto, amorfo, imposible de definir, existen defectos básicos en los
patrones.
B. ESQUIZOIDE:
Es una variación de la personalidad fronteriza. La
defensa es un desapego temprano, una huida hacia delante, un corte prematuro
del núcleo simbiótico. El proceso de separación es tan precipitado que no
permite la gradual internalización del objeto libidinal, que culminaría e4n la
constancia objetal. Aún cuando el individuo esquizoide ha alcanzado el apego,
es posteriormente negado en un esfuerzo por escapar a la refusión de la
simbiosis.
La huida esquizoide se da a partir de la imagen
terrorífica del objeto malo de la simbiosis. Mientras más temprana la huida más
determinante el desapego caracterológico. El paciente esquizoide establece
relaciones, cuando lo hace, con los mismos temores que tienen los fronterizos
en general
·
tapa oral primaria
·
Proceso primario
·
buscan comunicación no
verbal
·
Debilidad yoica
·
Dificultad para dar
·
Observadores
·
Voracidad
·
frío y distante
·
el objeto
entrevistador es tratado como una pertenencia interna de su cuerpo
·
desconfianza
espontanea
·
Transforma el sentimiento
persecutorio en indiferencia
·
Pensamiento concreto
·
No metafórico
·
No toma insight
·
No culpa
·
Identificaciones
proyectivas masivas
·
Vencido por el fracaso
represivo y por el desbocamiento de los derivados inconscientes del ello y el
super yo
C. PARANOIDE:
Mecanismo defensivo del narcisismo
Se presenta un déficit en la organización
caracterizado por:
- Sensibilidad excesiva a los contratiempos y desaires
- Incapacidad para perdonar agravios o perjuicios y
predisposición a rencores persistentes
- Suspicacia y tendencia generalizada a distorsionar las
experiencias propias interpretando las manifestaciones neutrales o amistosas de
lo demás como hostiles o despectivas
- Sentido combativo y tenaz de los propios derechos al
margen de la realidad, predisposición a los celos patológicos
- Predisposición a sentirse excesivamente importante,
puesta de manifiesto por una actitud autorreferencial constante
- Preocupación por “conspiraciones” sin fundamento de
acontecimientos del entorno inmediato o del mundo en general
- Intentan deshacerse de la angustia producida por
culpas insoportables proyectando en el
objeto externo, sentimientos o deseos que le son inconciliables. Por ejemplo:
el otro les miente, los engaña, los traiciona de alguna manera.
D. NARCISISMO:
La base evolutiva del si mismo grandioso y del objeto
idealizado son estadios consecutivos en el proceso de separación –
individuación, el si mismo grandioso es un derivado del periodo de práctica.
Tiene las características de que el mundo le pertenece. El si mismo grandioso
es el clímax narcisístico.
El objeto idealizado es un derivado de la fase del
reacercamiento (temor a perder el amor del objeto), en el cual el niño reconoce
más plenamente la separatividad de la madre y la relativa indefensión del si
mismo.
El si mismo grandioso y el objeto idealizado se
construyen de manera normal y resultan de una representación si mismo – objeto
omnipotente. “yo puedo con todo y el otro y yo somos uno”, hay una prevalencia
del yo omnipotente. La imagen más clara que ilustra este fenómeno es la del
niño que va en los hombros del padre, el grande no es el objeto, el niño tiene
el tamaño del padre en su representación.
Es necesario que eso pueda ser así para que el niño
pueda compartir con el objeto esa dimensión omnipotente, de tal manera, que la
próxima subfase se puedan integrar las representaciones negativas, se tolere la
distancia del objeto, y se puedan finalmente separar e integrar los aspectos
parciales positivos y negativos, es decir, que el sujeto pueda aceptar que el
objeto es separado de si, que el objeto también tiene sus debilidades o sus
aspectos negativos, pero que a su vez tiene la fuerza suficiente para
contenerlo. Si esto no ocurre el objeto y el concepto de si mismo quedan
agrandados, entonces no es posible que el individuo ame a un objeto. El narcisista
no puede querer al objeto, solamente está él para quererse.
El narcisismo patológico se establece a partir de una
regresión al si mismo grandioso, para defenderse de la angustia que le produce
la crisis de reacercamiento. Característico de la fase de ejercitación.
El niño se identifica con el objeto patológicamente,
porque la verdadera representación de los aspectos negativos del objeto quedan
excluidos del centro del si mismo. El niño establecería una identificación con
el objeto idealizado y con el si mismo grandioso.
Lo que ocurre en las perturbaciones es que el si mismo
grandioso se convierte en el escudo protector del concepto de si mismo que esta
dañado. El niño se identifica con los aspectos grandiosos del objeto y del si
mismo grandioso. Hay una escisión patológica y el si mismo grandioso no cede.
El narcisista, con el narcisismo, además, se protege
de la depresión por abandono, no por separación. En tanto, la ansiedad del
fronterizo no es por la separación sino por el abandono, no vive una separación
sino una pérdida.
Por ello cuando se habla de la patología narcisista,
se refiere a un déficit en la integración, porque el si mismo grandioso no
cumplió su propósito de alimentar el concepto de si mismo. Se queda separado
del si mismo entonces hay una alianza patológica y una fusión patológica con
las representaciones del objeto, omnipotente.
La gratificación para la personalidad narcisista
significa tener una madre con la capacidad de saber:
- Lo que es deseado, de tal manera que no haya que pedirlo
- Gratificarlo sin demora de tiempo
- No hacer un pedido a su vez, no hacer una contrademanda
El sistema de significaciones del narcisista está en
términos de valoración del sujeto, de su significación dentro de una escala
comparativa de virtudes o defectos de superioridad/inferioridad con respecto a
modelos ideales o personajes del entorno que los encarnarían.
Cuando presta ayuda el énfasis no está en qué le pasa
al otro sino en lo meritorio de ser él que está ayudando.
Cuando el sujeto se conmueve por el sufrimiento de
otro, se autocontempla conmoviéndose, constituyendo esto para él en un índice
de valía por tener tal tipo de emociones.
Falla la integración de lo positivo con lo negativo y
toma otra manera patológica de organizarse, por ello cuando se habla de la
patología narcisista, se refiere a un déficit en la integración, porque el si
mismo grandioso no se integro, o sea, no cumplió su propósito de alimentar el
concepto de sí mismo. Se queda separado del sí mismo entonces hay una alianza patológica
y una fusión patológica con las representaciones del objeto, omnipotente.
La defensa narcisista protege de la depresión por
abandono, no por separación.
El sí mismo está organizado en patrones, pero estos
patrones no están integrados, están escindidos.
Asociado a fallas en ejercitación, encapsulamiento en
el sí mismo grandioso.
En el acercamiento si la angustia es muy insoportable
puede regresionarse hasta el narcisista.
La patología narcisista tiene un déficit en la
integración.
Terapéuticamente funciona más la interpretación que la
confrontación.
Controla al objeto seduciéndolo.
Se defiende con el delirio de persecución, de grandeza
en unos momentos y la personalidad como si que es un falso self.
El narcisismo patológico se establece a partir de una
regresión al si-mismo grandioso, para defenderse de la angustia que le produce
la crisis de reacercamiento.
El niño establecerá una identificación con el objeto
idealizado y con el si-mismo grandioso.
Cuando se habla de la patología narcisista se refiere
a un déficit en la integración, porque el si-mismo grandioso no cumplió su
propósito de alimentar el concepto de si-mismo. Se queda separado del si-mismo
entonces hay una alianza patológica y una fusión patológica con las
representaciones del objeto omnipotente.
Condiciones narcisistas:
1. Hipernarcisización primaria: Identificados a grandiosidad
parental y/o a la imagen grandiosa bajo la cual lo vieron sus padres
2. Déficit primario de narcisización no compensado: El sujeto no ha podido construir una imagen
valorizada de si-mismo. Intentos siempre fallidos de compensación. Desde
pequeño lo hacen sentir incapaz, tonto y feo
3. Hipernarcisización secundaria compensatoria: Por no tolerar la dependencia, construye
defensivamente un sentimiento de grandiosidad, que mantiene merced al ataque de
objetos internos y externos
TIPOS DE PERSONALIDADES NARCISISTAS:
Personalidad narcisista destructiva:
-
Por envidia y rivalidad atacan al objeto al que desean destruir
-
La megalomanía se sostiene en el sentimiento de omnipotencia destructiva
-
Fantasías de que puede forzar al objeto mediante amenazas y agresiones o
que puede prescindir totalmente de éste
Personalidad narcisista libidinal:
-
Sujeto expansivo que engloba a los demás en su megalomanía, trata de
incorporarlos a su circulo de admiradores, si no lo logra no los ataca, los
hace a un lado y busca otros admiradores.
En la personalidad narcisista el si – mismo está
organizado en patrones, pero estos patrones no están integrados, están
escindidos.
TRATAMIENTO:
-
Las bases del tratamiento son la interpretación de la dinámica
transferencial y cuidar los límites del encuadre: las interpretaciones del
terapeuta sobre la naturaleza de la transferencia y sobre la dinámica
psicológica del paciente despiertan el enojo y la devaluación del terapeuta.
Igualmente cuando el paciente ha sentido comprensión y ayuda por parte del
terapeuta siente rabia porque se da cuenta de sus debilidades y de la autonomía
del terapeuta. La tolerancia del terapeuta a tales periodos de ira y devaluación,
su interpretación de las razones para las reacciones del paciente, gradualmente
permiten a este integrar los aspectos positivos y negativos de la
transferencia: Integrar la idealización con el desprecio, la confianza con la
desconfianza paranoide
-
Elaboración psíquica de angustias narcisisticas: Sentimientos de
malestar del sujeto consigo mismo, de desvalorización, de vacío, de
aburrimiento, de apatía, de inferioridad o de vergüenza que son causa de:
anorexia, formas compulsivas de sexualidad, conductas exhibicionistas,
dependencia patológica a objetos que se idealizan, agresividad patológica,
placer sádico en las relaciones interpersonales, rechazo a todo tipo de ayuda
-
El paciente busca ser admirado por el terapeuta y que le reconfirme el
si mismo grandioso imitando al “paciente perfecto” trasmitiendo aparentemente
elementos significativos del pasado. Aprenden a “asociar perfectamente”. Este
teatralismo se descubre porque la relación emocional con el terapeuta es muy
superficial. La interpretación sobre esta comedia revelan los puntos nodales
del conflicto de este carácter
-
Otro movimiento de la transferencia se presenta cuando el paciente
adquiere transitoriamente la convicción de que el terapeuta le está mintiendo,
lo está engañando, traicionándolo de alguna manera, intentando en forma
artificial provocarlo o hacerlo sufrir. Mientras más corrupto el superyó del
paciente y más necesite este proyectar las representaciones devaluadas del si
mismo y de los objetos, más sospechará que el terapeuta presenta
características similarmente corruptas y devaluadas.
FALSO SELF
Teme al abandono, lo hace para ser querido (corresponde a estructuras
psicóticas ó fronterizas)
El esquizoide recurre al desprendimiento de la realidad (es una
tipología del límite).
En la psicosis no hay diferenciación si mismo/objeto
La perversión sería la suma de la psicopatía y el narcisismo más la
desviación de la satisfacción
Un límite con rasgos psicóticos es un esquizoide
Un narcisista con defensa psicótica es un paranoide (fue incluido por
Kernberg)
El narcisista falla la integración de lo positivo con lo negativo y toma otra manera patológica de organizarse, Por ello cuando se habla de la patología narcisista, se refiere a un déficit en la integración, porque el si-mismo grandioso no se integró, o sea, no cumplió su propósito de alimentar el concepto de si-mismo. Se queda separado del si-mismo entonces hay una alianza patológica y una fusión patológica con las representaciones del objeto, omnipotente.
Esta representación del
si-mismo omnipotente es el núcleo del si-mismo grandioso que se da en casos de
narcisismo patológico. Los problemas del desarrollo subsecuentes están
relacionados con la extensión de los
aspectos significativos del Si-mismo y que son asimilados en la estructura del
sí- mismo grandioso y por tanto no esta
disponible para un funcionamiento libre de conflicto o son de otra forma
colocado fuera de la corriente principal de la maduración normal.
Cuando las funciones
autónomas son asimiladas en una estructura patológicamente grandiosa, ellas no
están disponibles para logros reales que contribuyen a una sana autoestima
basada en la realidad.
El Si-mismo grandioso
puede ser una manifestación de una patología estructural desde este punto en
del desarrollo temprano, o puede ser evocado como un mecanismo de defensa
contra los peligros de perdida de la autoestima en un carácter mas
evolucionado.
La defensa narcisista protege de la depresión por
abandono, no por separación.
El sí-mismo está
organizado en patrones, pero estos patrones no están integrados.
EL VERDADERO SELF
El self es
parte del Yo “Para mí el self, que no
es el yo, es la persona que soy, y solamente yo, que tiene una totalidad basada
en el funcionamiento del proceso madurativo...El self y la vida del self es lo único que otorga sentido a la acción o
al vivir...” Winnicott.
E. PRENEUROSIS:
Horner llama personalidad preneurótica a la que hemos
definido como aquella imposibilidad de que los aspectos continentes, cuidadores
de la madre sean finalmente incorporados a la representación del si – mismo,
por lo tanto, potenciando al individuo para poder ser separado del objeto, o
sea, “yo con usted o sin usted puedo vivir”, eso es lo que posibilita a los
neuróticos para separarse afectivamente.
En el preneurótico está impedida la posición del
tercer excluido, va a necesitar siempre algo del otro porque el no puede
hacerlo. No puede cuidar de sí. La función cuidadora y organizadora de la madre
debe el sujeto internalizarla como función propia, o sea, ya no solamente el
objeto cuida de sí, “yo no necesito que el objeto me cuide, yo ya tengo del
objeto lo que necesito para cuidar de mi, pero es mío”. La capacidad de cuidar
de sí es lo que posibilita la separación definitiva, la posición, “yo no
necesito, yo deseo”.
El sí mismo
esta bien diferenciado y vivenciado ambivalentemente, pero ha ocurrido
una falla para asimilar funciones maternas significativas en el sí mismo, lo
que resulta en un estado de dependencia de objeto. El último paso hacia un sí
mismo autónomo y la constancia objetal no se ha alcanzado.
El cambio final para la constancia
del objeto y una identidad bien asegurada y separada con la capacidad para
regular nuestro equilibrio narcisistico de las fuentes del yo, llega con la
complexión de las internalizaciones transmutadoras (Tolpin 1971), la
asimilación de las funciones maternas (Giovacchini 1979) en la representación.
A pesar de sus fracasos para completar este proceso, podemos encontrar en estos
pacientes una cohesión, conexión con la realidad y relación objetal, una
ausencia de división y significante grado de grandiosidad.
Pero existe una dependencia continua
hacia el objeto, el cual es aun, de alguna forma, idealizado para proveer un
sentido de bienestar, sea este bienestar o autoestima. He encontrado en estos
pacientes un grado alto de ambivalencia
hacia la madre y sus funciones. El rechazo para identificarse es un
reconocimiento que “si yo soy como mama me odiare yo mismo como la odio a
ella”. Este es el contexto de ambivalencia
- no división -.
Estos pacientes no son fronterizos,
no tienen personalidades narcisistas, son aun pre-neuróticos debido al fracaso
en este paso final de estructuración del yo y del superyó.
Cuando la constancia del objeto no ha
sido bien asegurada y aun sufre altibajos, como en el caso del niño en la etapa
final del proceso separación - individuación, el individuo puede estar sujeto a
la ansiedad y depresión asociada con la amenaza de perdida del amor del objeto.
Me ayudó mucho gracias
ResponderBorrarexcelente página, me encanta.
ResponderBorrarMuy buena página, felicitaciones
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