Médico de la Universidad de Viena y
egresado del Instituto de Psicoanálisis de Chicago. Fue presidente de la Asociación Psicoanalítica
Norteamericana en 1964. Dedico sus estudios principalmente al tratamiento
psicoanalítico de los Trastornos de la Personalidad Narcisista.
Ha impulsado la psicología del self.
El primer
libro, Análisis del self (1971) es una síntesis de su pensamiento elaborado en
su primer período de descubrimientos. El segundo, La restauración del self
(1977), es un ensayo más acabado de explicación de sus ideas, y además de
defensa frente a las criticas adversas que se venían presentando de sectores
muy ortodoxos del psicoanálisis. En 1984, póstumamente, apareció ¿Cómo cura el
psicoanálisis? libro en que amplia sus concepciones sobre el self, los
objetos-self, la empatía, las transferencias y, en forma especial, los
mecanismos íntimos de la curación en psicoanálisis. También presenta su planteo
de la dimensión del hombre actual en salud y enfermedad. A esta fundamental
trilogía se sumaron, después de su muerte, compilaciones de artículos suyos y
libros compartidos con discípulos o escritos sólo por ellos. Entre ellos,
destaca Los seminarios de Heinz Kohut (1987), compilado por Miriam Elson, que
muestra la labor clínica y técnica de Kohut, sobre todo en adolescentes.
De su
profusa producción literaria a lo largo de su vida, sobresalen como importantes
artículos en torno al psicoanálisis, al narcisismo y el self:
"introspección, empatía y psicoanálisis" (1959), "Formas y
transformaciones del narcisismo" (1966), "Los dos análisis del Sr.
Z." (1971), "Reflexiones sobre el narcisismo y la furia
narcisista" (1972), "los trastornos del self y su tratamiento" (con
la colaboración de E. Wolf, 1978).
Complementan
el cuerpo bibliográfico de Kohut: The Search for the Self (1978) -selección de
artículos escritos entre 1950 y 1978, aún no vertida al español- y su
epistolario, tampoco traducido, The Curve of Life. También The Psychology of
the Self, donde él y otros autores tratan de mostrar la técnica empleada.
Este
conjunto de sus obras forma el andamiaje en el que descansan la psicología
psicoanalítica del self, la evolución de su pensamiento original sobre el self
desde sus estudios sobre narcisismo y sus expresiones a través de sus formas de
transferencia: especular, idealizada y gemelar, que traducen los intentos del
self para conservar su funcionamiento coherente.
APORTES
Desarrolla
modelos teóricos psicopatológicos clínicos y técnicos de problemas psicológicos
que Freud enunció en cuanto a sus bases teóricas y psicopatológicas, no así en
aspectos de su desarrollo procesal ni en sus consecuencias clínicas y técnicas.
Describiremos esquemáticamente algunos de estos campos:
1. Desde una perspectiva general, así como
el psicoanálisis tradicional se ocupó desde distintos ángulos de los conflictos
entre los deseos sexuales y las interferencias culturales frente a los mismos,
las propuestas de la psicología del self lo hacen con las vicisitudes de la
relación del sujeto con el mundo intersubjetivo como campo de discriminación y
valorización; así como también de la relación del sujeto consigo mismo en la
mencionada perspectiva de la valorización. Debe señalarse que si bien el
psicoanálisis a través de diferentes vías enfocaba estos problemas, según Heinz
Kohut no lo hacía con una sistematización conceptual clara y exhaustiva.
2. A nivel de la clínica psicoanalítica se
extiende el campo abarcativo del concepto transferencia al conectarlo con las
estructuras narcisísticas pero se discriminan y enuncian las diferencias
estructurales entre las modalidades neurótica y narcisística de la
transferencia.
3. En los planos teóricos se enfatiza la
necesidad de explicar el funcionamiento de la valoración e idealización inter e
intrasubjetiva desarrollando el estudio del narcisismo introducido por Freud en
varias direcciones:
a) Se
enfatiza la presencia de los contenidos enfocados por esta teoría como
estructura de la personalidad, cuestionándose el matiz reduccionista que limita
el término y el concepto solo a los planos patológicos.
b) En
relación con lo anterior, se incluyen propuestas sobre el desarrollo del
narcisismo productivo en los distintos momentos de la historia del sujeto,
descripción procesal que no fue completada en la obra de Freud.
c) c) A nivel metapsicológico se propone definir una
instancia, el self, que no se superpondría con las instancias del modelo
estructural. Según Kohut se trataría de un centro estructural responsable de
los vaivenes de la idealización y valoración, cuyo punto de partida lo
constituiría la relación del sujeto con su sistema relacional primitivo, a
saber el núcleo familiar primario. En este modelo ambos padres contienen
funciones básicas responsables del desarrollo del self en las perspectivas
descriptas en cuanto a la valorización e idealización. El sector relacional que
define a los progenitores como origen de las posibilidades del desarrollo del
self, es denominado objeto del self. La relación del sujeto conceptualizado
centrándose en la estructura “self” con sus objetos del self en el campo de
valores e ideales, será la responsable de las alternativas productivas o
patológicas en el área mencionada.
2.
En los planos de
la teoría de la técnica se propone articular las variantes teóricas, psicopatológicas
y clínicas, con nuevos abordajes interpretativos que permitan:
a)
Evitar el análisis
crítico o prejuicioso valorativamente de los conflictos narcisísticos,
oponiéndolos a modelos mas normales o evolutivos. En esta cuestión Kohut
enfatiza la importancia de la “empatía” como núcleo de la comprensión
psicoanalítica, lo que se vería interferido si las expresiones narcisísticas
son prematuramente interpretadas como “no objetales”.
b)
Proponer tiempos y
enfoques formulativos diferentes para los distintos momentos del desarrollo de
la transferencia narcisística.
c)
Clasificar las
transferencias narcisísticas según sus modalidades clínicas, basadas a su vez
en diferentes vicisitudes de dos subestructuras del self: el self grandioso es
núcleo que expresa la necesidad básica de un sujeto de ser admirado y cuyo
origen central se deriva del vínculo materno, que funciona como objeto del
self, cuya mirada asegura la admiración inicial básica; la imago parental
idealizada expresa otra necesidad básica en este campo la de admirar a una
figura incondicionalmente; este sector relacional corresponde al vínculo
paterno predominantemente.
El fundamento de la clasificación de las
transferencias narcisísticas lo dan las
vicisitudes de estas dos configuraciones básicas que originaron en el campo
clínico el desarrollo de lo que Kohut llama transferencia especular y
transferencia idealizadora, en las que además ubica exhaustivamente otras
modalidades y alternativas que presentan una exhaustiva ejemplificación
clínica.
Los autores
que siguen los aportes de Kohut señalan que la función interpretativa desde
esta perspectiva, apuntaría no solo a decodificar contenidos sino a generar
“nuevas” estructuras “dentro” del sujeto.
Médico de la Universidad de Viena y
egresado del Instituto de Psicoanálisis de Chicago. Fue presidente de la Asociación Psicoanalítica
Norteamericana en 1964. Dedicó sus estudios principalmente al tratamiento
psicoanalítico de los trastornos de personalidad narcisista. Ha impulsado la
psicología del self.
Este científico se concentró en las
representaciones de objeto y las relaciones interpersonales en la formación y
el funcionamiento de la personalidad.
Acentúo en particular la importancia
de las relaciones con otros para el desarrollo del sentido del sí mismo. Kohut
se refirió a los otros que sirven a importantes necesidades del niño de corta
edad como objetos del yo, porque para ese niño ellos se perciben originalmente
como extensiones de ese “sí mismo”.
Kohut pensaba que los niños adquieren
el sentido del yo mediante las interacciones con sus padres y otras personas
por un proceso de reflejo. Reflejar implica responder apropiada y efectivamente
a las necesidades de los niños, lo cual los reasegura de su propia importancia
y lugar central en el mundo.
Los niños originalmente se
experimentan a sí mismos como el centro del universo.
Los otros significativos que sirven a
sus necesidades se ven como meras extensiones del yo. Los niños muy pequeños no
tienen aún la capacidad mental para ver el mundo desde otra perspectiva que no
sea la suya. Para su sano desarrollo psicológico, esta visión debe modificarse
de manera gradual. El niño tiene que aprender a reconocer la distinción entre
el yo y los otros, lo cual se logra mediante un proceso operante interactivo de
reflejo en el que las respuestas de los padres son adecuadas, pero no
excesivas.
Tanto complacer en demasía al niño
como dejar de responder adecuadamente a sus necesidades puede impedir el
correcto desarrollo del concepto de sí mismo, produciendo una personalidad
grandiosa y narcisista. El individuo seguirá haciendo a otras personas demandas
excesivas de atención y cuidado. El proceso descrito por Kohut es comparable en
muchos aspectos al de separación – individuación. Como Malher, Kohut pensaba
que estas primeras interacciones con los padres preparan el escenario para
todas las futuras relaciones interpersonales. La formación de un sí mismo
adecuado permite que se creen relaciones interdependientes maduras; en cambio,
el desarrollo inadecuado del sí mismo producirá un patrón de relaciones
caracterizado por la desigualdad, las demandas excesivas y la frustración
intensa.
Kohut (1977) sostiene que las
relaciones amorosas de los adultos maduros le permiten a cada miembro de la
pareja servir como objeto del si mismo para el otro a manera de recuerdo de la
relación temprana entre padre e hijo. Cada uno de los miembros de la pareja
refleja al otro y lo llena de este modo en sus necesidades narcisisticas (de
atención, afecto y comprensión), sin exigirle demasiado. Así, las relaciones
interpersonales maduras pueden incluir elementos de la relación temprana entre
padre e hijo, pero en un contexto de interdependencia recíproca en lugar de
centrarse en sí mismos con exigencias de dependencia.
Excelente síntesis. Mil gracias
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