1. Los ataques de angustia entendidos como síntomas representan un exceso de sexualidad que no puede ser absorbido por las huellas mnémicas
2. El síntoma es un subrogado de la acción específica
omitida sobre la excitación sexual
3. El síntoma es una desviación puramente somática de la
excitación somática
4. El síntoma es lo que se origina, por intoxicación, a
raíz de ciertas anormalidades de la vida sexual
5. El síntoma indica acumulación excitativa e
insuficiencia psíquica
6. El síntoma es un producto de transacciones entre las
representaciones reprimidas y las represoras o entre la resistencia del yo y el
poder del retorno de lo reprimido
7. El síntoma corresponde a la extensión de un estado
segundo de conciencia, a la inervación somática, regida en tiempo de salud por
la conciencia normal
8. El síntoma es la transformación de la magnitud de
excitación del trauma psíquico en conversión
9. El síntoma es un producto comparable a una escritura
jeroglífica signada sobre el cuerpo y susceptible de interpretación
10. El síntoma es el resultado de una sumatoria de traumas
11. El síntoma expresa una desviación de la excitación
psíquica hacia lo somático
12. El síntoma es la sustitución defensiva del recuerdo de
un acto pretérito vivido con placer
13. El síntoma es la reproducción anémica en la vida
psíquica de sucesos de afecto traumático, a la manera de un monumento
14. El síntoma es lo creado en lugar de un recuerdo penoso
para el yo
15. El síntoma es una confección de aspecto raro, valioso
en ocasiones de carácter cómico, fabricado por la fantasía histérica
16. El síntoma es una vía de simbolización patológica
17. El síntoma es un fenómeno patológico que tiene como
antecedente una perturbación del equilibrio psíquico y deja tras de sí una
debilitación de la capacidad funcional
18. El síntoma es la transacción que de momento resuelve
el conflicto entre el preconsciente y el inconsciente
19. El síntoma es, por excelencia, corpóreo y no se
produce más que a condición de recibir el aporte del lado somático y el
psíquico
20. El síntoma es la representación – realización de una
fantasía de contenido sexual y por tanto, de una situación sexual
21. El síntoma es lo que tiende a localizarse en aquellas
zonas erógenas abandonadas por represión, donde primitivamente tuvieron descarga
fantasías del círculo de la elección de objeto incestuosa
22. El síntoma es la sustitución creada por conversión
para el retorno asociativo de impresiones y experiencias traumáticas
23. El síntoma es el símbolo anémico de ciertas
impresiones y experiencias eficaces (traumáticas)
24. El síntoma expresa por un lado una fantasía masculina
(activa) y por otro una femenina (pasiva), ambas sexuales e inconscientes
25. El síntoma es una sustitución nociva que, a
consecuencia del fracaso de la represión, se manifiesta en la pérdida del
dominio consciente de un órgano, como trastorno funcional
26. El síntoma sustituye un proceso de excitación
perturbado
27. El síntoma es la resultante de un falso enlace del
afecto con la representación
28. El síntoma es una transacción defensiva en el tiempo
de salud aparente
29. El síntoma es el lugar de reunión de los dos momentos
del tercer tiempo de la represión; irrupción y retorno, esto es, invasión de la
conciencia por lo reprimido y fracaso de la defensa
30. El síntoma es la expresión de un conflicto entre un
componente de la pulsión sexual y la conciencia de culpa inconsciente
31. El síntoma es la expresión de un conflicto entre un
acto sexual ejecutado con placer en la infancia y una rebelión del yo contra el
mismo en forma de autoreproche
32. En el síntoma obsesiva encuentra exteriorización una
pulsión erótica y una defensa primaria contra la misma, un deseo obsesivo y un
temor obsesivo contrario, un afecto penoso y un impulso a la adopción de
medidas de defensa secundaria
33. El síntoma es expresión de una intensa coersión de la
acción; corresponde a pensamientos que representan, regresivamente, actos.
34. Los síntomas son transacciones de impulsos erótico –
anales y sádicos activados regresivamente, y de formaciones reactivas del yo
35. El síntoma responde a un fracaso de la represión y
está al servicio de la evitación del desarrollo de angustia. Con el tiempo se
presenta un defecto en la conjugación del dinamismo de las fuerzas en
conflicto, lo que se expresa en el síntoma obsesivo porque termina más cerca de
la satisfacción que de la defensa
36. El síntoma es el resultado de una lucha secundaria del
yo contra las formaciones transaccionales
37. El síntoma es el resultado del impacto del material
reprimido sobre el yo
38. El síntoma es el resultado de un intento de fuga a
estímulos internos que han sido proyectados y, de este modo, puestos en el
exterior
39. El síntoma corresponde a un retorno desde el exterior,
por vía sensorial, del componente femenino reprimido hacia fuera
40. El síntoma corresponde a un retorno deformado, ya sea
del afecto o del recuerdo reprimido proyectivamente
41. El síntoma es el intento del yo adaptarse a lo
reprimido en retorno
42. El síntoma es el resto visible, materia prima para el
inicio de la investigación terapéutica
43. El síntoma es la expresión en la que coinciden dos realizaciones
de deseos contrarios y procedentes cada uno de un sistema psíquico distinto
44. El síntoma es una doble realización de deseos que
sirve simultáneamente al deseo inconsciente y a la defensa
45. El síntoma es la forma de actividad sexual preferida
por el neurótico
46. El síntoma es un producto que siempre posee un
sentido; y que en el caso de cualquier neurosis, está en capacidad de integrar
siempre simultáneamente varios sentidos y, a la vez, varias significaciones
47. El síntoma se produce a consecuencia de un conflicto
en el que, o la tendencia del yo a dominar las fijaciones infantiles tiene como
desenlace la neurosis, o el yo no posee medios de defenderse, sin sufrir algún
daño, del estancamiento de la libido
48. El síntoma es la manifestación de una vida sexual
parcial, predominante o enteramente patológica
49. El síntoma es un sustitutivo de las tendencias que
tomaron su fuerza de las fuentes de la pulsión sexual
50. El síntoma es una transacción resultante del conflicto
entre la libido y la represión sexual
51. El síntoma es lo que se origina, con la colaboración
del factor constitucional, a consecuencia del fracaso de la represión de las
pulsiones
52. El síntoma es una satisfacción sustitutiva de las
pulsiones sexuales parciales (perversas) reprimidas
53. El síntoma procede de un complejo de recuerdos y
representaciones sexuales poderosamente cargadas de afecto (teorías sexuales
infantiles), que sirven de base a determinados deseos (complejo de edipo) y que
han sido reprimidos
54. El síntoma es un insuficiente exutorio transaccional que
deja tras de sí insatisfacción y desasosiego
55. El síntoma es un residuo de luchas de represión y de retorno de lo
reprimido
56. El síntoma es el intento de alcanzar, nunca por
completo, sí por aproximación, el establecimiento de la satisfacción sexual
antes primaria
57. El síntoma es la realización de fantasías
inconscientes puestas al servicio de cumplimiento de deseos
58. El síntoma sirve a la satisfacción sexual y representa
una parte de la vida sexual del sujeto, correlativa de uno de los componentes
de la pulsión sexual
59. El síntoma corresponde al retorno de una forma de
satisfacción sexual realmente utilizada en la vida sexual infantil y reprimida
después
60. El síntoma es lo que nace como transacción entre dos
movimientos afectivos o pulsiones contrarias, uno de los cuales tiende a la
exteriorización de una pulsión parcial o de un componente de la constitución
sexual, y el otro, a evitar tal exteriorización
61. El síntoma es lo que puede tomar la representación de
distintos movimientos asexuales, pero no carecer de una significación sexual
62. El síntoma es una deformación y una analogía de ideas
primitivamente reprimidas
63. El síntoma es el precipitado de anteriores procesos
eróticos, que no pueden disolverse ni transformarse en otros productos
psíquicos más que cuando agudizada la enfermedad son expuestos a la elevada
temperatura de la transferencia
64. El síntoma no es sólo expresión de productos psíquicos
reprimidos correspondientes a sucesos reales o fantaseados y reforzados desde
lo inconsciente por fuentes de placer infantil en las que ha tenido efecto una
inhibición del desarrollo de la libido, sino también, de la inhibición de las
pulsiones del yo que no han evolucionado, en parte o totalmente, desde el
principio del placer al principio de la realidad
65. El síntoma es una ramificación deformada de lo
inconsciente reprimido
66. El síntoma es un producto de procesos coherentes y con
sentido de los que la conciencia no tiene noticia
67. El síntoma es un producto que resulta de un conflicto
dinámico entre fuerzas con origen distinto, en el que encuentran por medio de
la transacción una satisfacción simultanea
68. El síntoma es realización deformada, por condensación
y desplazamiento, de un deseo inconsciente
69. El síntoma se deduce de una facilitación somática que
alcanza expresión psíquica gracias a los procesos de condensación y
desplazamiento
70. El síntoma es una satisfacción real y limitada de
impulsos libidinales que han sido anormalmente aprovechados
71. El síntoma es lo que indica el excedente de energía
dejado en el psiquismo por un trauma
72. El síntoma es un retorno de lo reprimido
73. El síntoma es una transacción verdadera
74. Los síntomas son trastornos de la memoria
75. El síntoma es una satisfacción sustitutiva de impulsos
reprimidos por el yo
76. El síntoma es una estructura; un producto compuesto
77. El síntoma es un producto sustitutivo que expresa
impulsos reprimidos
78. El síntoma es el modo neurótico de resolver un
conflicto psíquico
79. El síntoma es el resultado transaccional de un
conflicto entre fuerzas opuestas
80. El síntoma es lo que aparece en lugar del desarrollo
de angustia
81. El síntoma es un signo y un sustitutivo de una
malograda satisfacción pulsional
82. El síntoma es un resultado del proceso represivo
83. El síntoma es una satisfacción pulsional degradada
84. El síntoma es una estación fronteriza con carga mixta
85. El síntoma es un sustituto de las cosas que se han
olvidado.
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